El París Saint-Germain y Marsella expresaron su apoyo respectivamente hacia Neymar y Álvaro González en la polémica que vivieron ambos jugadores durante el Clásico francés del domingo.
Neymar acusó al defensa español de llamarlo «mono hijo de puta», motivo por el cual le dio un manotazo en la nuca durante una gresca entre ambos equipos al final del encuentro, la cual arrojó cinco expulsados, entre ellos el brasileño.
«El club (PSG) subraya que no hay lugar para el racismo en la sociedad, el futbol y nuestras vidas, y pide que todo el mundo se pronuncie contra todo tipo de racismo», indicó el cuadro parisino este lunes en un comunicado.
El PSG recalcó que durante más de 15 años ha colaborado con asociaciones como SOS Racisme, Licra y Sportitude en la lucha contra «todo tipo de discriminación», y confió en que la Liga de Futbol Profesional (LFP) aclare lo sucedido.
En tanto, el Marsella negó que su jugador se maneje en términos racistas.
«Álvaro González no es racista. Nos lo ha demostrado en su comportamiento diario desde su llegada al club y así lo han afirmado ya sus compañeros», indicó su equipo en un comunicado.
Tras el incidente, Neymar publicó en Twitter que su único arrepentimiento fue no golpear a González en la cara y pidió a las autoridades que busquen las imágenes donde fue ofendido por el rival.
«Ahora quiero ver la imagen del racista llamándome ‘mono hijo de puta’… Yo fui expulsado ¿y él?», publicó.