Todos la conocen como la ex de Maluma y la novia de Neymar Jr. Ella quiere que la llamen DJ Natalia, y si le suman su apellido, Barulich, mejor.
La industria la ve como una influencer que genera tráfico online y atención mediática.
Es blanco de comentarios de todo tipo en redes sociales, objeto de críticas y alabanzas, de envidia y de deseo. Nadie niega su belleza y el melodrama a su alrededor.
«Mi vida es una telenovela, eso es un hecho», cuenta en enlace exclusivo desde su casa en Los Ángeles. «Entonces, la gente va a hablar a pesar de lo que sea y con quien me he relacionado, y está bien por mí; algunas veces dicen cosas que son completamente falsas y ¡oh Dios!, ¿sabes? Supongo que eso es parte del juego, sucederá, la gente asumirá cosas, correcta o incorrectamente, y uno tiene que fluir. Lo que sea, yo sólo me mantengo viviendo mi vida y la gente sigue hablando. No importa, está bien».
Se superpeinó y maquilló para la conversación por motivo del lanzamiento de su canción «24/7». Su escote no pasa por alto. Hace honor a la dedicada producción de cada una de las imágenes que sube a su cuenta de Instagram y con las que deleita a sus más de 3 millones y medio de seguidores. En lencería, en traje de baño, en bata, en vestido de noche o deportivo, cautiva por su sex appeal.
Desde que tronó con Maluma, en diciembre pasado, dejó de subir a Instagram historias de romances. Cuando empezó a andar con el futbolista brasileño, puso algunas, pero le bajó a la intensidad porque dice que aprendió la lección. Tiene 28 años y no quiere hacer ya tan pública lo que ella llama su vida privada.
Aún así, para la pieza «24/7», que grabó con JYYE y que ya está en plataformas digitales, invitó a su galán para que hiciera intervenciones en el videoclip promocional que todavía no tiene fecha de salida, y cuya locación es St. Tropez, Francia.
«No quiero hablar de relaciones personales o asuntos de estos, pero si lo vamos a mencionar, quiero decir que él es una maravillosa, maravillosa persona, hicimos unas fotos para revista (GQ Rusia) que fue absolutamente bello, es una persona que me apoya increíblemente», puntualiza la modelo cubano-croata.
Y sí, «Nat», como le dicen en su familia, fue el motivo de indirectas y cotilleo entre quienes algunas vez fueron amigos, Maluma y el futbolista Neymar Jr., hace unas semanas.
El colombiano canta en su hit musical «Hawái»: «…de vacaciones, mis felicitaciones, muy lindo en Instagram lo que posteas pa’ que yo vea cómo te va, pa’ que yo vea».
Y se volvió un escándalo cuando la pieza sonó, mientras Neymar Jr. festejaba con sus compañeros que el Paris Saint Germain clasificaba a la final de la Champions League.
Circuló en redes la versión de que la canción es la manera de externar a la DJ su enojo porque su amigo le bajó a la novia. Ella, acusada de infiel, omite el tema.
«Es divertidísimo, no lo veo todo tan seriamente, porque cuando veo esta telenovela en los medios, sólo me río, es divertido; sólo pienso en mi vida, en continuar, en hacer lo mío.
«Tengo a mucha gente viéndome, muchos ojos sobre mí, y yo les voy a dar gran música si me están viendo», dice la modelo, quien, por cierto, se apunta por si algún productor mexicano la quiere contratar para una telenovela.
Dj número 1
Barulich quiere ser la DJ número 1 del mundo y para eso está produciendo música y desea trabajar con figuras como Nicky Romero.
Y tiene claro que apuesta por piezas positivas que no denigren a las mujeres.
«A mí lo que me gusta escuchar y quiero proyectar es algo positivo, algo que se sienta bien. Nada negativo, nada malo, hay tantas canciones que promueven mensajes negativos. Especialmente canciones de hombres, sobre engañar, que dicen está bien engañar, está bien tratar mal a la mujer, y al diablo con eso.
«No quiero hacer esa parada, quiero promover mensajes más positivos, que empoderen a la mujer. Hay canciones en las listas de popularidad de hombres que nos tratan como objetos, como si fuéramos menos que ellos, eso está mal. Toda mi música será positiva, para sentirte bien. Y para todos», asegura.
Ya sea en sus caminatas por París, asoleándose en Ibiza o tomando champaña en el avión privado de su pareja, Natalia seguirá dando de qué hablar y, por lo pronto, quiere que escuchen lo que tiene que decir con su música.