Pasadas las 4:30 horas de este miércoles, minutos antes de que el huracán «Delta» tocara tierra, el viento inyectó miedo entre los habitantes y turistas.
Los vecinos del fraccionamiento Villa Maya describieron ese sonido del aire como un «lamento», el cual duró más de 6 horas y los obligó a refugiarse en los lugares más seguros para ellos.
Bibiana Ortuño tuvo que resguardarse en el baño de su casa.
«Yo me encerré en el baño. Fue algo horrible. Estaba preparada mentalmente para lo peor. Una vez que se te mete el huracán cuentas otra historia», dijo.
«El soplido era una cosa tremenda. Si llegara a pasarlo de nuevo, mejor me voy. En el auto, hasta donde llegue».
Para José Martín esto no fue diferente. Horas antes del impacto de «Delta», colocó cintas adhesivas en las paredes y se refugió en la recámara de su casa.
Para él, ese espacio fue bálsamo entre el viento que destruyó a su paso árboles, palmeras y levantó el piso en algunas zonas de Villa Maya.