La madrugada de ayer, el empresario farmacéutico Alejandro Acosta Ibarra, perdió la vida a consecuencia de un derrame cerebral, pese a que recibió atención médica no fue posible rescatarlo de las garras de la muerte, de acuerdo a información de sus familiares que lloran su muerte.
Información recogida entre sus allegados, señala que el viernes por la tarde, al encontrarse en una de sus farmacias de la calle Zaragoza, el empresario sufrió el derrame cerebral, incluso cayó al suelo y sufrió lesiones al quebrar un vidrio de los estantes.
Un técnico radiólogo que se encontraba en el lugar, lo auxilio y traslado a un Hospital privado, en donde tardaron cerca de una hora para atenderlo bajo el argumento de que primero se le tenía que practicar la prueba COVID.
Después al ser trasladado a cirugía, ya no fue posible médicos le decretaron muerte cerebral, y fue la madrugada de ayer cuando su esposa e hijos decidieron desconectar los aparatos que lo mantenían con vida artificial.
Acosta Ibarra llegó a Monclova procedente de Nuevo León en la década de los 70 como encargado de la cadena de las farmacias Benavides, en donde laboró por cerca de 10 años para después formar sus propia farmacia hasta que llegó a tres distribuidas en diversos sectores de Monclova, entre otra la famosa. Farmacia del caballito.
Acosta Ibarra, por años fue dirigente de la Unión de Boticarios de la región, se identificó por ser una persona que de manera constante lanzaba críticas contra autoridades, además de pedir a nombre del comercio de la zona centro la modernización y la reubicación de bares y cantinas de las principales calles.
Pedía incluir dentro del proyecto del centro histórico la reubicación de esos negocios al señalar que meseras y sexo servidoras dañan la imagen del primer cuadro, salen de u bar a otro a pesar de la presencia de familias que acuden al primer cuadro de la ciudad y siempre mantuvo esa propuesta.