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En medio de la disputa por la dirigencia nacional de Morena y rumbo a la elección del 2021, el Presidente Andrés Manuel López Obrador debe protegerse de quienes lo golpean por fuera y de los de casa que le quieren quitar poder, aseguró Porfirio Muñoz Ledo.
En entrevista, el aspirante a la presidencia morenista sostuvo que de ganar esa posición su tarea sería proteger al Mandatario, demostrando que no es autoritario y fortaleciendo un instituto político tolerante y abierto al debate.
«Al Presidente le diría: hay muchos flancos débiles, tienes enfrente algo mucho más grave, una extrema derecha internacional, te están pegando por todos lados; no dejes a nadie correr, pónlos a los corredores a que te sirvan, no a que te traicionen, infórmate de las mejores fuentes. Y segundo, protégete por todos lados, de afuera te están golpeando, de adentro te están quitando poder, eso le diría», soltó, en entrevista.
Minutos antes de que el Tribunal Electoral resolviera las impugnaciones sobre el proceso interno del partido, el diputado insistió en que ese organismo es un «nido de corrupción».
«El Tribunal es un bodrio, un tumor en la Constitución, que implantó Peña Nieto en su sexenio para controlar los procesos electorales», manifestó.
¿Has dicho que hay corrupción, qué quieres decir?
«Hay mucho soborno. Yo lo sé porque los dos más decentes, una gran abogada y un hombre muy limpio, han hecho votos particulares y en todos los votos tienen razón y ganan la pelea. No lo puedo decir en público, simplemente viví el tema de la corrupción cuando se le atravesaron a Ramírez Cuéllar.
«El presidente (Felipe Fuentes) es un gendarme de barandilla. Son corruptos porque en todas las elecciones, después de la presidencial, se han metido, hay muchas contradicciones, sobornos y corruptelas».
¿Quiénes reciben sobornos?
«Como no tienes pruebas hay una vieja leyenda: ‘el árbol se le conoce por sus frutos’. ¿Por qué están encerrados? Porque no saben cómo sacar al buey de la barranca, ellos mismos se encarcelaron sirviendo a distintos intereses».
¿Por qué la dureza de tu postura contra Marcelo Ebrard golpeando a Mario Delgado?
«Quizá una expresión se me pasó, ni modo. Marcelo Ebrard venía de un partido fundado por Manuel Camacho. Marcelo era un hombre de fortuna personal inmensa, vivió en París, tiene dinero, yo no estoy averiguando cuáles son sus orígenes, de los negocios pasó a la política. Pero yo soy enemigo de confundir lo público con lo privado. No he tenido negocios en mi vida, ni siquiera he vendido un coche, soy muy malo.
«Hoy lo vas a ver en un conversatorio con treinta y tantos diputados de la fracción de Morena, lo van a acusar de malversación de entre 400 y 800 millones de pesos. Tengo un recurso ante el Tribunal Electoral, que no me van a contestar; tengo una queja ante el INE y solicitud ante la Auditoría Superior de la Federación para que haga una auditoría al grupo parlamentario de Morena».
¿Pero ahí estás hablando de Mario Delgado, no de Marcelo?
«Es que es lo mismo. Mario es el operador de Marcelo. La línea es: ‘sí señor Presidente, sí señor Presidente, lo que diga el Presidente’, y los críticos pa’ fuera, por eso yo me enfrenté (con ellos), yo no estoy sujeto a esa disciplina.
«¿En qué me enfrenté con Marcelo? En tema migratorio. Marcelo lleva una política migratoria, hasta ahora, aliada de Donald Trump; con este Gobierno se violaron todos los derechos humanos, se quitó la competencia a la Comisión de Refugiados. No uso la palabra entreguista, sino que ha sido cómplice de Donald Trump, ha hecho todo, cerrando las fronteras».
¿Has dicho que lo expulsarías del partido?
«Ahí se me pasó la mano, estaba muy enojado y no lo formulé bien. Yo digo que corresponde al Presidente de la República pararlo o dejarlo, ese es su problema; pero a mí me corresponde, si es miembro del partido -que no lo es porque nunca se afilió-, pero si fuese militante, yo tengo como partido jurisdicción, si eso se comprueba, lo mando al tribunal de Honor y Justicia y ellos que decidan, yo no lo voy a permitir, yo soy incorruptible, y el que la hace la paga».
Tú has dicho que no te salías de Morena, sino Morena se salía de tu corazón; incluso llegaste a hablar que la 4T daba palos de ciego y el Ejecutivo concentraba poder. ¿Cómo es que de esa postura pasas ahora a la idea de encabezar ese partido?
«Le estás dando al clavo, yo no quiero romper con el partido. Le quiero decir al Presidente que queremos apoyarlo en la Cuarta Transformación. Un cambio de modelo político y económico, te tarda varios sexenios, como un periodo histórico y se ha dado en muchos países del mundo y son los más avanzados del mundo.
«Si queremos un nuevo orden político y económico necesitamos ir cambiando esto, no es un sexenio, es un periodo histórico»
¿Cuál sería tu relación con el Presidente si llegas a Morena?
«La mejor, tenemos un diálogo permanente. Jamás el Presidente me ha llamado por teléfono, yo digo que me comunico telepáticamente con él, tenemos tantos años juntos, que puedo intuir lo que va a decir, malo o bueno. Hay tres periódicos internacionales que dicen que es un Presidente autoritario, bueno, hay que demostrar que no lo es, haciendo un partido tolerante, abierto, de debate, eso es una ayuda al Presidente y al Estado mexicano, eso es lo que yo quiero darle, y él estará completamente de acuerdo.
«El tema peliagudo es la elección de gobernadores. Yo nunca he recibido línea, no sé cómo se hace eso, en el PRI fue muy fácil yo hablaba con todos y hacia un promedio y lo presentaba».
¿Temes que el conflicto interior en Morena le haga perder la hegemonía en las elecciones del año entrante?
«Creo que el peso, todavía, de Andrés es histórico en esta fase. Todavía está cerca de un 60 por ciento, y en materia electoral hay casi un empate entre su popularidad y el partido, un poquito menos el partido.
«En esta medio sexenio lo que va a pasar es que detrás de la popularidad de Andrés se va a colar una cadena de poder y ellos lo saben y van a tratar de meter, desde el partido -como ya lo hace ahora Mario- una cadena de transmisión de liderazgos. Ellos nombran gobernadores y presidentes municipales, pero sería una Morena del otro lado. Si ganan ellos dentro de Morena, las posiciones seguirán siendo ‘sí señor, sí señor’. Yo le he dicho a Marcelo: ‘quítale un problema al presidente, cómprale el avión y vete a volar por la candidatura’.
«Yo no estoy de acuerdo que salgan tres años antes con mucho poder porque desequilibran al partido y luego la famosa cargada. Debe ser una sucesión tersa para un partido maduro. Si esta corriente gana a la mitad del sexenio ya habrá un candidato presidencial con la cargada. Yo no quiero un abandono del Presidente de nuestro movimiento a mitad de su sexenio».
¿Qué le dirías a la militancia de Morena?
«Les diría que los veo muy convencidos de la transformación del País, que no vayan a dejarse llevar ni por el dinero ni por caciques ni por intereses futuristas dentro del partido».