El huracán «Delta» se fortaleció a la categoría 3 en el Golfo de México, deteniendo la mayor parte de la producción de petróleo de la región el jueves, y las compañías energéticas cerraron pozos, evacuaron personal de las plataformas marinas y comenzaron a asegurar las plantas de procesamientos en la costa.
La tormenta, que tenía vientos máximos de 185 kilómetros por hora, estaba a unos 595 kilómetros al sur de Cameron, Luisiana, y se dirigía hacia la costa a 21 kilómetros por hora.
Sus vientos de tormenta tropical se extienden hasta 200 kilómetros desde el centro de la tormenta, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Se prevé que toque tierra en Luisiana para el viernes por la tarde.
Los productores de petróleo retiraron trabajadores de 279 instalaciones en alta mar y alejaron 15 plataformas de perforación del curso de los vientos de «Delta».
Han cerrado 1.69 millones de barriles por día de petróleo, o el 92 por ciento del petróleo de la región en alta mar, y mil 670 millones de pies cúbicos por día, o casi el 62 por ciento de su producción de gas natural.
El ciclón aterrizará justo al este de Cameron, Luisiana, una zona que aún sufre el impacto de los vientos de 240 kilómetros por hora del huracán «Laura».
«Delta» golpeó varios enclaves turísticos mexicanos en la península de Yucatán el miércoles, afectando a los residentes y dejando un rastro de árboles caídos y cristales rotos. Por la noche se intensificó sobre el Golfo de México.
Residentes de las áreas costeras de Luisiana y los que viven fuera del sistema de protección con esclusas fueron instados a evacuar. El aviso de huracán cubre desde la frontera entre Texas y Luisiana a Grand Isle, Luisiana, dijo el NHC.
Todavía hay unas 8 mil personas viviendo en habitaciones de hotel por la devastación provocada por Laura en el suroeste del estado, afirmó Edwards el miércoles.
Cuando Delta toque tierra será la décima tormenta con nombre que impacta a la costa estadounidense, eclipsando un récord vigente desde 1916.