Olvidado en la parte superior de un cerro, el cuerpo de Santiago Vidaurri, personaje importante en la historia de México permanece en el municipio de Candela, después de ser fusilado por orden de Benito Juárez, a quien le negó su apoyo y buscó la independencia de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
La Mesa de Cartujanos, forma parte de los atractivos del municipio de Candela, en donde es considerada como un área turística para ciclistas, pero pocos saben que en la parte superior se encuentra una capilla descuidada.
En Nuevo León, Santiago Vidaurri Valdez y Borrego, es considerado como un héroe mientras que en la historia de México, se le considera un traidor a la patria por sus intenciones separatistas y enfrentamientos contra el gobierno juarista.
Desde el gobierno de Antonio López de Santa Ana, la intención de Santiago Vidaurri era buscar la separación de Nuevo León para unir el territorio a los Estados Unidos, pero sus ambiciones provocaron que anexara el territorio de Coahuila y Tamaulipas, buscando su independencia.
En 1839, La República de Río Grande fue formada y el presidente fue obviamente Santiago Vidaurri, quien ya había negociado con emisarios texanos para anexar la nueva república a los Estados Unidos, junto a sus principales generales José María González y Antonio Zapata.
Sin embargo, el Gobierno Mexicano no estaba dispuesto a perder otra considerable parte del territorio y el ejército adolorido por la derrota norteamericana, decidieron sofocar la rebelión.
Vidaurri huyó al Estado de Texas, en donde permaneció hasta estallar el Plan de Ayutla en contra de Antonio López de Santa Ana, formando parte del grupo liberal pero dando la espalda al llegar Benito Juárez al poder.
De nueva cuenta, los estados de Nuevo León y Coahuila fueron unidos y los impuestos aduanales nunca llegaron al gobierno juarista, que se encontraba en batalla contra el ejército más poderoso del mundo: los franceses.
Era necesario combatir al invasor y Juárez no prestó importancia a las intenciones que tenía Vidaurri, pero su odio quedó de manifiesto después de que el Benemérito de las Américas llegó a Nuevo León para pedir su ayuda, pero en lugar de eso fue perseguido, dando inicio a la enemistad entre los dos políticos.
Tras el fusilamiento del emperador Maximiliano de Habsburgo en Querétaro, el gobernante nuevoleonense buscó fortalecer su ejército, pues sabía perfectamente que Juárez cobraría venganza, pero al final fue capturado por otro importante personaje en la historia mexicana. Porfirio Díaz lo presentó ante el presidente de México, quien ordenó su fusilamiento bajo el cargo de traición a la patria.
Como dictaban las reglas marciales, Vidaurri fue colocado de espaldas en la Plaza de Santo Domingo para ser pasado por las armas y nuevamente fue separado Coahuila de Nuevo León.
Los bienes de Santiago Vidaurri fueron confiscados, entre ellos, el extenso territorio en donde se encuentra La Mesa de Cartujanos, pero fue Jesús Vidaurri, hijo del político y su yerno Patricio Milmo quienes lograron recuperarlos y trasladaron su cuerpo hasta lo alto del cerro.
En el sitio se construyó una enorme capilla y sus restos fueron sepultados, pero al paso de los años, sus descendientes dejaron de visitar la cripta, siendo visitada solamente por turistas, quienes en su mayoría, desconocen la vida de uno de los principales enemigos de Benito Juárez.
La historia oficial lo tacha de traidor a la patria, pero los nuevoleonenses lo consideran un héroe, aunque sus restos permanecen hasta el día de hoy en Coahuila, estado que gobernó por algunos años junto a Nuevo León.