CIUDAD DE MÉXICO.-La nueva dirigencia nacional de Morena encontrará un partido desorganizado y enfrentado en los estados.
De acuerdo con un reporte interno, de las 32 dirigencias estatales, en 17 comités no tienen presidente, y en cinco, no hay dirigencia ni consejos estatales desde el 2015.
En las 10 restantes, aunque existe dirección, las pugnas entre grupos, derivadas de la disputa nacional y local, así como su estructura incompleta, las tiene parcialmente inmovilizados.
La lucha por la presidencia y secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena impidieron que desde el 2019 el partido renovara a todos sus órganos de dirección, y en esas condiciones arrancó el proceso electoral 2021.
En mayo, ante el desorden y fractura en los estados, la dirigencia nacional encabezada por Alfonso Ramírez Cuéllar anuló el nombramiento de delegados aprobados por Yeidckol Polevnsky y designó a otros 14, pero sin atribuciones, únicamente para realizar un diagnóstico de la situación del partido.
«Tenemos una situación realmente crítica, complicada, muy difícil. Lo que necesitamos es echar a andar de emergencia una estructura electoral y organizativa muy sólida a nivel nacional y en las entidades para sacar adelante el proceso electoral», reconoció Ramírez Cuéllar.
La secretaria de organización, Xóchitl Zagal, consideró que el CEN tendrá tres meses para organizar al partido en los estados e impulsar la unidad, pues a partir de enero se elegirán los candidatos a los más de 21 mil cargos que se jugarán el 6 de junio.
«La intromisión del Tribunal en la vida interna del partido fue demasiado agresiva, por lo que la falta de renovación sí impacta en la estructura en el País.
«Desde 2015 tenemos las dirigencia electas y hay un desgaste de todos. Durante año y medio se mantuvieron pasivos porque no había una conducción ni abastecimiento de material, pero estamos en una buena coyuntura para activar a los militantes en cada distrito electoral», apuntó.