A pesar de la advertencia del riesgo de rebrote de casos de Covid-19, los filtros sanitarios en mercados ambulantes de Ramos Arizpe están casi desaparecidos, lo que facilita el ingreso de menores de edad, embarazadas y adultos mayores.
Población de todas las edades incumple también en el uso de cubrebocas ante la complacencia de los inspectores municipales que dejaron de lado la toma de temperatura, la colocación de gel antibacterial, y las revisiones continuas para procurar la sana distancia.
En el mercado ambulante que se instala cada lunes en la colonia Manantiales del Valle fue fácil observar a decenas de niños acompañados de sus padres, sin tapabocas; lo mismo el resto de población considerada de riesgo, quienes se mezclan entre la gente sin ningún temor de contagio.
“Y lo mismo pasa ya en todos lados donde nos instalamos, los inspectores están parados ahí pero ya no se revisa como al principio”, dijo uno de los vendedores apostados en la zona, “Pero nosotros tenemos claro que venimos a vender, no somos ni papás, ni tenemos porqué andar cuidando a las embarazadas, ni a nadie más. Eso ya es problema de las autoridades”.
Durante el recorrido por este mercado sobre ruedas se detectó la presencia de solo 2 inspectores de la dirección de Servicios Concesionados quienes en ningún momento aplicaron las normas establecidas por el Subcomité Técnico Regional Covid-19 Sureste.
Cuestionado ante la alta afluencia de menores de edad, el inspector Alejandro Valerio aseguró que existe una instrucción de sus superiores para permitirles el paso.
“La indicación que nos dieron es que ya se permitió el ingreso a los niños siempre y cuando traigan cubrebocas”.
El relajamiento de las medidas sanitarias en mercados ambulantes está presente también en zonas de mayor concurrencia como El Escorial, y El Mirador, según los propios comerciantes.