La disputa por el liderazgo de Morena mediante una encuesta ha costado por lo menos 21 millones de pesos pagados por los mexicanos.
El partido que promueve la austeridad e incluso ha pedido que se reduzca a la mitad el financiamiento público a partidos dilapida recursos en encuestas ¡y no acepta los resultados!
De pilón, tras un empate técnico en las encuestas, para dirimir su conflicto tendrán que ir a una tercera con un costo adicional al ya sufragado.
De acuerdo con la programación de gastos los morenistas aceptarían dos encuestas, organizadas por el INE para definir a su presidente y secretario general. A cinco empresas se les pagarían 15.6 millones de pesos por dos encuestas: una de reconocimiento que permitiría filtrar a los aspirantes y que fue levantada en septiembre.
Una segunda encuesta con finalistas del primer sondeo se realizó con simpatizantes y militantes el 3 de octubre.
También se previeron 2.4 millones para difundir los resultados, 417 mil para difusión digital y 280 mil para contratar a dos expertos de la UNAM que tradujeran los resultados, entre otros gastos.
Aunado a este presupuesto, los candidatos invirtieron en espectaculares, promocionales y giras, a pesar de que lo tenían prohibido. No solo faltaron a esa regla sino que también desconocieron los resultados del proceso.
La actual dirigencia mostró su desconfianza con el proceso que contrató y demandó una auditoría a las encuestas gestionadas por el INE.
«No vamos a ser impedimento ni obstáculo para que el INE realice las actividades; sencillamente, queremos que haya una revisión (de las primeras dos encuestas)», señaló el dirigente interino, Alfonso Ramírez Cuéllar.
En paralelo, convocará a los dos aspirantes a una reunión el próximo jueves para encontrar una salida al atorón en que se encuentra el proceso interno.
Antes, en conferencia, Muñoz Ledo -quien se dijo «camarada» de Andrés Manuel López Obrador, pero no su empleado- demandó que se reconozca su triunfo en las dos primeras encuestas.
«Que hagan una tercera encuesta, ese es su cuento, yo ya soy presidente. No creo que en una tercera encuesta me puedan derrotar, yo soy presidente legítimo, porque gané en la ruta que definieron», planteó.
Por su parte, Delgado entregó un escrito al INE en el que pide acelerar la aplicación del tercer cuestionario.
«Es fundamental agilizar el proceso de desempate y salvaguardar la integridad del mismo, evitando más controversias y garantizando que se respeten los lineamientos que desde el principio aceptamos y firmamos los participantes», indica el escrito.