Floristas de Ramos Arizpe se preparan para la conmemoración del “Día de Muertos” a la espera de que exista un incremento en ventas que compense la crisis provocada por la pandemia.
Heriberto Vargas Vargas, propietario de un establecimiento localizado sobre la calle Manuel Acuña, reconoció que existe incertidumbre sobre la afluencia real que pudiera tener la tradicional celebración.
“Podríamos esperar que vaya mucha gente, pero por cómo están las cosas también podemos pensar que haya quien solo ponga altares en sus casas. Ahí nos afecta porque para el panteón nos compran arreglos grandes, y para los domicilios es un arreglo sencillo, pequeño”.
El consumo de los compradores, en promedio, va desde los 100 a los 500 pesos para la compra de cempasúchil, gladiolas, crisantemos, y nube.
Al igual que otras actividades económicas, la venta de flores se desplomó con la aparición de la pandemia que desapareció los eventos sociales como bodas, XV años, y otros festejos realzados por la variedad arreglos florales.
“Las ventas cayeron en un setenta por ciento, y todos estos meses hemos sobrevivido por pequeños y medianos arreglos que se compran por algún cumpleaños, o alguna otra ocasión especial”.
En el mejor de los escenarios, la próxima conmemoración del “Día de Muertos” podría duplicarle la comercialización y compensar, así, las pérdidas del año.
“La flor ya nos aumentó de precio desde hace unos quince días, es difícil que podamos ofrecerla a un costo menor, así es que vamos a ve que tal está la competencia porque también la gente anda sin dinero”.