La directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, impulsora desde la dependencia de la desaparición de los fideicomisos del sector ciencia, ha acusado corrupción en ellos, a pesar de haber sido beneficiada de los mismos durante su trayectoria.
No obstante, este miércoles, vía Twitter, la funcionaria defendió su actuar, tras diversas acusaciones hacia su persona por contribuir a la desaparición de instrumentos que ella misma ha aprovechado.
«Señalar a una científica o científico por haber recibido recursos para apoyar proyectos de investigación y a los estudiantes y colegas que participan en ellos, sólo demuestra una gran ignorancia sobre el financiamiento a la ciencia», señaló.
«Los apoyos no son a personas sino a instituciones, a equipos científicos, a estudiantes y universidades públicas. El financiamiento que recibí para desarrollar proyectos científicos no fue para mi beneficio privado».
Adujo que, «por la alta calidad científica de los proyectos presentados», aseguró convocatorias, fortaleciendo líneas de investigación y dirigiendo apoyos a colegas y decenas de estudiantes de posgrado.
«El financiamiento público a proyectos de los que formé parte sirvió, entre otras cosas, para la instalación del Laboratorio de Genética Molecular, Desarrollo y Evolución del Instituto de Ecología de la UNAM, el cual ha sido reconocido internacionalmente, y sigue aportando nuevo conocimiento para el beneficio de México y el avance científico», presumió.
«Las y los científicos que hemos recibido apoyos para proyectos de calidad, no los recibimos gracias ‘a los fideicomisos’ sino a los recursos que aporta el pueblo de México a través de sus impuestos, que es de donde se forman los recursos públicos. Con ellos, se han formado nuevas y nuevos científicos, ahora laborando en instituciones públicas y multiplicando el esfuerzo y los aportes al conocimiento».
Y volvió la carga contra el «neoliberalismo».
«El neoliberalismo instaló un sistema de financiamiento a la ciencia y a otros rubros, y entre sus instrumentos que permitieron desvíos, están los fideicomisos, donde se depositaron cuantiosos recursos del pueblo, en lugar de dar los recursos directamente a las y los beneficiarios.
«Esto permitió discrecionalidad, falta de eficiencia y desvíos. Aunque no todo lo financiado ha sido malo. Hay casos de éxito que hay que multiplicar.
«Debe quedar muy claro para tod@s: una vez que el dinero del pueblo se deposita en un fideicomiso es mucho más difícil de fiscalizar. Se vuelve, de facto, dinero privado e implica grandes gastos de administración. Una vez ahí, el terreno es propicio para la opacidad y la corrupción».
Por otro lado, Álvarez-Buylla defendió su carrera.
«Mi trayectoria ha sido y seguirá siendo congruente con mis convicciones, siempre a favor de la honestidad científica, la justicia social y el cuidado del ambiente».
Y recordó que el pasado sexenio, tras recibir de manos del ex Presidente Enrique Peña Nieto el Premio Nacional de Ciencias, le pidió convertirse en el presidente que blindara «soberanía nacional, soberanía alimentaria y dignidad al pueblo de México».
«Él no lo hizo», aseguró: «Como siempre en el neoliberalismo, ganaron los intereses de pocos».
Ante eso, celebró, en cambio, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que, dijo, «privilegia el bienestar del Pueblo de México y el cuidado ambiental a favor de todos, primero los más pobres». Y arrobó a @lopezobrador_