En Estados Unidos, ha habido más de 220 muertes por coronavirus y cada una representa años de vida potencial perdida. Un estudio de Stephen Elledge, genetista de Harvard, encontró el que Covid-19 ha cobrado más de 2.5 millones de años en vida potencial en el país.
Son años que, de otro modo, podrían haber estado llenos de momentos increíbles y mundanos: tiempo con familiares y amigos. Idas a la tienda. Conversaciones nocturnas por teléfono.
«Piensen en todo lo que una persona hace en un año», dijo Elledge.
El informe, que aún no se ha publicado en una revista científica revisada por pares, sumó esos años perdidos. Elledge calculó las edades conocidas de los estadounidenses que han muerto por Covid-19 y las comparó con el número de años que podían haber vivido con base la esperanza de vida típica.
El estudio llega en un momentos en que 37 estados continúan experimentando aumentos sostenidos en nuevas infecciones, según una base de datos del New York Times.
Según los datos, de esos 2.5 millones de años de vida potencial que se han perdido casi la mitad han venido de personas menores de 65 años.
Los números, dijo Elledge, magnifican una dimensión del impacto de la pandemia, que no puede sólo medirse en el número absoluto de muertes.
«Estas son personas comunes que están muriendo», dijo Utibe Essien, médico e investigador de equidad en la salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh que no participó en el análisis, pero que revisó el estudio a petición del Times.
«Están perdiendo tiempo con sus hijos, sus nietos, sus oportunidades para construir su futuro».
El reporte surge días después de que científicos publicaron una declaración de alto perfil y desacreditada, alegando que se deberían abrir rápidamente las escuelas y los negocios y que las personas que «no son vulnerables» al virus -presumiblemente los jóvenes y sanos» deberían regresar a la «vida normal», mientras que los ancianos permanecen encerrados del coronavirus.
Pese a sólo ser una quinta parte del total de muertes relacionadas al Covid-19, las personas menores de 65 representaron cerca de 1.2 millones de los años de vida potencial que se han perdido por el virus.
Los adultos mayores representaron los 1.4 millones de años restantes, según el estudio