De julio a septiembre, el flujo operativo (Ebitda) de Petróleos Mexicanos (Pemex) disminuyó 33.5 por ciento, al ubicarse en 68 mil 358 millones de pesos desde los 102 mil 796 millones de pesos reportados en el mismo lapso del año pasado, según su reporte financiero enviado hoy a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
A pesar de ello, Pemex tuvo una utilidad neta por mil 411 millones de pesos, contra las pérdidas por 87 mil 858 millones de pesos que tuvo en el mismo lapso del año pasado.
La obtención de la utilidad neta está explicada por una cuantiosa disminución de su costo integral de financiamiento, el cual pasó de un gasto financiero de 82 mil 794 millones de pesos en 2019 a una ganancia neta de 13 mil 298 millones de pesos.
Asimismo, se sumaron otros factores como menores compras de importación de productos, la utilidad cambiaria originada por el fortalecimiento del peso frente al dólar, los beneficios fiscales y los rendimientos en los instrumentos financieros, según explicó Pemex.
Los impuestos y derechos disminuyeron en 43.2 por ciento, al ubicarse en 41 mil 826 millones de pesos de julio a septiembre de este año, desde los 73 mil 598 millones de pesos de 2019. Esto, como resultado de una baja en la tasa del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) del 65 al 58 por ciento.
«Para este tercer trimestre, Pemex presenta una mejora sustancial en sus estados financieros y operativos. La recuperación gradual de los precios internacionales del petróleo, así como de las ventas internas de petrolíferos apuntalaron el buen resultado que se obtuvo en el tercer trimestre de 2020», dijo Alberto Velásquez, director de finanzas de la petrolera, durante una llamada con inversionistas.
Sin embargo, la compañía aún sigue resintiendo el «coletazo» provocado por la pandemia del Covid-19, pues, los ingresos totales por ventas y servicios de la compañía cayeron 31.8 por ciento, al registrar 239 mil 31 millones de pesos contra los 350 mil 488 millones reportados en 2019.
Esto se debió principalmente por una baja de 40.7 por ciento en las ventas nacionales y de 18.6 por ciento en las ventas de exportación.
Consecuentemente, los costos de ventas también se vieron disminuidos en 28.3 por ciento por una baja en la compra de productos para la reventa, como la gasolina.
El precio de la mezcla se ubicó en un promedio de 38.07 dólares por barril, una caída de 29.6 por ciento respecto al precio que registró en el mismo lapso de 2019, en 54.09 dólares por barril.
En tanto, la deuda total de la petrolera aumentó en 24.9 por ciento por un mayor saldo dispuesto de líneas de manejo de liquidez, así como la depreciación del tipo de cambio, para ubicarse en 107 mil 791 millones de dólares.
«Pemex sigue siendo la empresa productiva más grande del País y continúa siendo el principal contribuyente de las finanzas públicas», aseguró Octavio Romero, director general de la compañía.