Sumamente criticado por su poco peso futbolístico pese a costar 126 millones de euros, el delantero portugués marcó los dos goles de la remontada, en el triunfo 3-2 sobre el Salzburgo en el Wanda Metropolitano.
Sufría el Atlético en este comienzo de Champions League, luego del repasón que le puso el Bayern Múnich y ahora por un partido en el que padeció muchísimo. El propio Félix, al 13′, había reventado el balón en el travesaño en un remate de tijera, luego de un magistral pase de Héctor Herrera, el cual jugó 81 minutos.
El mexicano pudo terminar con buenas notas, de no ser por el balón que perdió casi al final del primer tiempo y que le costó un gol en contra a su equipo, al 40′ por conducto de Dominik Szoboszlai.
Minutos antes Marcos Llorente había adelantado a los Colchoneros, y poco después tuvo un mano a mano, en el que mandó el balón apenas a centímetros del poste izquierdo.
Llegó el yerro de Herrera, por su displicencia en un pase retrasado, y el Atlético se fue herido al descanso. También así regresó porque en una descolgada le clavaron el segundo, cortesía de Mergim Berisha, al 47′.
Joao Félix no se rindió. Tocó filtrado para Ángel Correa y este le devolvió la pelota, un auténtico bombón porque el portugués solo tuvo que empujar el balón, en una acción llena de vértigo. Lo intentó mucho más el equipo local, y por eso al 85′ Joao recibió con la derecha un trazo potente, de Lemar, e impactó el balón sin dejarlo caer, pegado al poste izquierdo.
No fue menor la celebración. Al Atlético le costó. Tanto Félix como Correa y Llorente destacaron, no tanto Luis Suárez que salió bastante molesto al 81′.
Por lo pronto, lo españoles tienen vida en el Grupo A (que comanda el imparable Bayern Múnich), gracias a que su gran estrella por fin dio frutos.