Por Pablo Hiriart
En una semana se juega todo: la democracia está en vilo
MIAMI, Flo-rida.- Ayer se habían roto todos los récords de votación anticipada en este país, luego de emitirse 63 millones de sufragios.
Histórica es la afluencia a los centros de votación: 130 por ciento más que hace cuatro años.
Lo sepa o no la mayoría del electorado, el futuro político del mundo se decide en las elecciones que tendremos aquí en una semana.
Tres de los grandes medios de comunicación de Estados Unidos, The New York Times, The Washington Post y USA Today, lo han expresado como un grito en sus editoriales institucionales en esta campaña:
The Washington Post: “Los regímenes fundados en la democracia y los derechos humanos, que hace 25 años parecían haber triunfado, ahora enfrentan un grave desafío del autoritarismo que vuelve a emerger…
“Lo que está en juego no es sólo qué naciones dominarán los asuntos mundiales, sino si sobrevivirán las libertades individuales”.
Un promotor de presidentes autoritarios:
“Estados Unidos debe prevalecer en la carrera por desarrollar nuevas tecnologías, unir a otras democracias para contrarrestar la agresión autoritaria y reformar al capitalismo y a la democracia misma para servir a una nueva era. Pero el presidente Trump no puede ofrecer ese liderazgo. Por el contrario, durante los últimos tres años ha hecho tanto como cualquier actor global para promover la causa del autoritarismo y socavar al mundo libre…”
Ataques a los medios y manipulación de la justicia:
“El mayor daño que Trump ha hecho a la causa de la democracia ha llegado a casa. Sus ataques a los medios y tribunales estadounidenses, los intentos de politizar las investigaciones del Departamento de Justicia y los esfuerzos descarados por manipular la votación de las elecciones de noviembre, amenazan con degradar la que ha sido la democracia más fuerte del mundo, al tiempo que ofrece un modelo para los autoritarios en ciernes en todo el mundo.
“Su desprecio por la ciencia y las restricciones a la inmigración han debilitado las posibilidades de que Estados Unidos pueda ganar la carrera para desarrollar nuevas tecnologías. Su mentira incesante ha ayudado a crear una cultura política en la que florecen locas teorías de la conspiración y no hay consenso sobre los hechos básicos, lo que hace que el debate legislativo informado sea casi imposible”.
La democracia ha sobrevivido, hasta ahora…
“Aunque dañada, la democracia estadounidense y la causa de la libertad hasta ahora han sobrevivido al mandato de Trump, en gran parte porque cuentan con el apoyo decidido de millones de ciudadanos. Sin embargo, no debería haber duda que con un segundo mandato de Trump sufrirían un daño grave y quizás irreversible. Si el siglo XXI va a ser una época en que las sociedades humanas se basen en las libertades individuales en lugar de estar dominadas por un Estado poderoso, Trump debe ser derrotado”.
The New York Times: “Trump es un demagogo racista, que preside un país más diverso; un aislacionista en un mundo cada vez más interconectado; un showman que siempre presume cosas que nunca ha hecho y promete cosas que nunca hará”.
Sólo sabe destruir y confrontar:
“No ha mostrado ninguna aptitud para construir, pero se las ha arreglado para hacer un gran daño. Es el hombre perfecto para destruir cosas…
“Bajo su liderazgo la nación se ha vuelto más polarizada, más paranoica y más mezquina… Ha enfrentado a los estadounidenses entre sí… Es implacable en la denigración de sus oponentes y reacio a condenar la violencia de aquellos que considera sus aliados”.
País polarizado y asalto al Estado de derecho:
“Ha socavado la fe en el gobierno como vehículo para mediar diferencias. Exige lealtad absoluta a los funcionarios del gobierno… Él desprecia abiertamente la experiencia.
“Ha montado un asalto al Estado de derecho, ejerciendo su autonomía para afianzar su poder y castigar a los oponentes políticos… El presidente, que durante mucho tiempo ha difundido acusaciones infundadas de fraude electoral generalizado, ha intensificado sus ataques verbales en los últimos meses”.
USA Today rompió una tradición seguida al pie de la letra desde que nació en 1982, y tomó partido:
“Si esto fuera una elección entre dos candidatos de partidos importantes capaces, que tuvieran ideas opuestas, no elegiríamos bando. Los diferentes votantes tienen diferentes preocupaciones. Pero esta no es una elección normal y estos no son tiempos normales”.
Democracia en juego:
“Dada la negativa de Trump a garantizar una transferencia pacífica del poder si pierde, también lo es el futuro de la democracia estadounidense, ha mentido en más de 20 mil ocasiones eludiendo la responsabilidad de sus acciones, arrojando corrientes de invectivas a sus críticos, traficando con el miedo racial, gobernando más como líder de los estados rojos que de los Estados Unidos y atacando sin descanso a la prensa libre”.
Un antídoto al narcisismo:
“Biden es un antídoto digno contra el narcisismo ilimitado y el caos crónico de Trump. Habiendo superado una desgarradora pérdida personal (su primera esposa e hija de un año murieron en un accidente automovilístico y su hijo Beau murió de cáncer cerebral), Biden irradia decencia y empatía. Pregúntese: ¿Puede imaginarse a Joe Biden coqueteando con autócratas en el extranjero? ¿Pedir a un líder extranjero que ensucie a un oponente político suyo?
“Es posible que nunca más respaldemos a un candidato presidencial. De hecho, esperamos que nunca tengamos que hacerlo”.
Es una elección fundamental.
Se juega todo para Estados Unidos y el mundo.
La democracia está en vilo.