CIUDAD DE MÉXICO .-La pandemia por Covid-19 confina este año las festividades de Día de Muertos en México.
Sin comparsas que recorran los pueblos con música y danzas, ni velación en los panteones de varias entidades que han decidido cerrarlos para evitar más contagios, la ceremonia será más familiar que comunitaria, señala el antropólogo del INAH Erik Mendoza Luján.
Las restricciones han dividido a la población, reconocen el músico mazateco Alberto Rosete Cabanzo y el promotor cultural purépecha Jaime Equihua.
«Hay quienes creen que hay que llevarlo a cabo, porque de lo contrario, de acuerdo con la cosmovisión mazateca, estaríamos atentando contra esta fiesta, mientras otros han decidido no llevar a cabo al 100 por ciento las prácticas del ritual y realizar actividades de manera familiar», dice Rosete Cabanzo.
Aun los altares purépechas, que convocan a la población para que participe en las ofrendas de los hogares serán más íntimos, agrega Equihua Estrada.
Para la mayoría de las comunidades indígenas esta fiesta, reconocida por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la Humanidad, es la más importante del año, destaca Mendoza Luján.
Pero en estos tiempos pandémicos, el ritual no cumplirá su función debido a las restricciones sanitarias, por ejemplo, la imposibilidad de tener el cuerpo del familiar fallecido o de velarlo, advierte.
«La gente va a tener un duelo incompleto, un duelo patológico, porque el ritual no se está completando».
Se pierde sepultureros temporada
Sepultureros que trabajaban como voluntarios en los panteones de la Ciudad de México se quedaán sin los ingresos que cada año reciben durante los Días de Muertos.
Manuel Cuauhtli, de 31 años, y Adolfo Pérez, de 60, dos sepultureros de Iztapalapa, han trabajado desde marzo sin descansi, sin salario fijo, sin contrato, sin equipo de protección y últimamente sin ninguna alerta de los casos que murieron por Covid.
Ellos viven de pasar la gorra a los deudos, pero ahora ya sólo se permite la entreda a tre spor entierro.
Y ahora, no ven el motivo por el que se impidió la entrada de la gente en Día de Muertos.
«Allá afuera es más inseguro. El otro día quise ir al tianguis y mejor me regresé porque estaba atascado y todos sin cubrebocas. Aquí adentro al menos todos llevamos cubrebocas», dijo Adolfo Pérez.
Con información de Jorge Ricardo.