La noche de Halloween transcurrió como en los últimos días en la localidad, en calma y sin nada relevante, gracias a la respuesta de la gente ante la solicitud de las autoridades de permanecer bajo resguardo en sus domicilios.
El propio director de Protección Civil, Agustín Ramos, encabezó los recorridos de vigilancia y prevención, pero no se detectaron reuniones masivas ni las caravanas de niños que en anteriores ocasiones se formaban por la avenida Brasil y la avenida Deportivo en la colonia Guadalupe.
EN FRONTERA SALIERON CON SUS MÁSCARAS
Una noche de brujas completamente atípica se vivió en la ciudad rielera, sin niños pidiendo el ya tradicional “dulce o truco”; en las dulcerías no hubo aquellas largas filas que en años anteriores se formaban, a la espera de los dulces que se regalaban a los niños que acudían con su mejor disfraz.
Con anterioridad, las autoridades municipales hicieron el llamado a los padres de familia para evitar salir con sus hijos a pedir el ya tradicional “Halloween”, tradición americana que poco a poco se adentró entre las tradiciones que se celebran cada año en nuestro país.
Durante el recorrido que realizó el equipo de reporteros de periódico La Prensa de Monclova por las distintas colonias, se logró detectar a tres niños, que, si bien no buscaban pedir dulces, cargaban con sus máscaras y no perdían oportunidad para colocárselas.
El trío de amigos conformado por Christopher, Juan Luis y Cristofer se encontraban sentados en las inmediaciones de la plaza de la colonia Guadalupe Borja, donde jugaban con otro trío de niños.
“No pedimos dulces, el Covid no deja”, mencionó Juan Luis, el mayor de los amigos. “Sí queremos, pero nos dijeron que no se puede pedir”, respondió Christopher, aclarando que en casa les advirtieron sobre el riesgo de recorrer las calles.