Una muerte no es fácil de superar y mucho menos para las madres que perdieron a sus hijos de corta edad, las cuales por primera vez no podrán acudir al camposanto para recordar su corta vida.
El dolor de una madre por la pérdida de su hijo es indescriptible y la pandemia impedirá que muchas de ellas puedan acudir al cementerio este primero de noviembre, por lo que algunas han optado por recordarlos en sus hogares con altares en su honor, mientras que otras han acudido al lugar donde perdieron la vida, pero lamentablemente, otros permanecen en abandono.
No es necesario un día en específico para que acudan a estos lugares, pues a lo largo de los años, no solo se han presentado en sus tumbas, pues las pequeñas cruces o capillas instaladas en los sitios donde perdieron la vida, se han visto adornadas por flores artificiales, juguetes y algunos globos, pero en muchos lugares han sido olvidados.
En el bulevar Madero, a pocos metros de la rotonda de los héroes, una pequeña cruz se encuentra en el camellón central, en donde su familia ha colocado un pequeño camión de bomberos en homenaje al niño Víctor, después de que una unidad lo atropellara el pasado 2 de junio del año 2010.
Todo lo contrario ocurre en el caso de los niños Mata Javalera, quienes el pasado 17 de julio del año 2006 fueron asesinados a manos de su padre en un lote baldío entre los límites de Monclova y Frontera, sobre la avenida Industrial.
Por varios años se habían colocado dos cruces de acero en el lugar exacto donde fueron privados de su vida, pero este lugar permaneció en abandono, siendo las cruces robadas por chatarreros y únicamente se colocaron bloques para marcar el lugar exacto en donde les arrancaron la vida.
Otro altar que constantemente era visitado por los familiares de un “angelito” permanece actualmente abandonado, pues por varios años, una veladora y globos eran colocados en el pequeño altar ubicado en la carretera federal 30, a pocos metros del aeropuerto Venustiano Carranza.
A su vez, son varios los niños que lamentablemente han perdido la batalla contra el COVID 19 en la región centro y ante el cierre temporal de panteones por la celebración de los muertos el día primero y dos de noviembre, familiares de estos angelitos optaron por visitar los camposantos en días anteriores para realizar limpieza en sus tumbas y aunque en ese emblemático día no podrán visitarlos en su última morada, su recuerdo permanecerá siempre en su corazón, pues para una madre no es suficiente un día para visitarlos.