Ciudad Acuña. – Guadalupe tiene 43 años de edad, 32 semanas de embarazo y lucha contra el cáncer de mama, su historia es única en Coahuila y representa un halo de esperanza para la madre y un reto para las y los especialistas del Hospital General de Subzona (HGSZ) No. 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Acuña.
La ginecóloga oncóloga, Paula Ximena Ferrer Torres, explicó que para el equipo médico y multidisciplinario, este embarazo representa un reto y una oportunidad para salvar la vida de una paciente oncológica y su bebé.
La vida de Guadalupe, camarista de un hotel, casada y madre de dos hijos, originaria de Cuernavaca, Morelos, dio un giro radical en noviembre del 2019, al notar una protuberancia en su seno izquierdo mientras se bañaba.
Como no tenía antecedentes familiares de cáncer, pensó que se trataba de un bolita de grasa y acudió a consultar a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 81 del IMSS, donde la derivaron al Hospital General de Zona (HGZ) No. 11 en Piedras Negras.
Mientras esperaba los resultados de la biopsia, buscó también los servicios de un médico particular, porque aparecieron náuseas, vómitos y otros síntomas.
El 29 de abril, supo que estaba embarazada. “Lupita”, como le llaman sus seres queridos, estaba confundida; era una buena noticia, pero debido a las circunstancias, no sabía si era lo más adecuado.
El 16 de mayo, en su cita con el oncólogo en Piedras Negras le confirmaron su sospecha, también tenía cáncer de mama y requería de un tratamiento urgente.
“El doctor me dijo que tenía cáncer y yo le anuncié que estaba embarazada”, expresó la camarista. “Sentí miedo, angustia, estaba en shock y tenía muchas dudas”.
Afirmó que lo primero que pensó fue en sus dos hijos, y le preguntó al doctor si podría continuar con su embarazo. El oncólogo ordenó su atención con otro especialista.
Entonces, fue canalizada al HGSZ No. 13, donde la Dr. Ferrer Torres se hizo cargo de su atención.
El 26 de junio recibió su primera quimioterapia, hasta el momento lleva cuatro de ocho sesiones, el tratamiento sigue su curso sin interrumpirse y no afecta al producto, informó la especialista.
El pasado 06 de octubre, se le practicó una mastectomía radical modificada que consistió en retirar la mama y los ganglios de la axila, el tumor tenía un tamaño de ocho centímetros.
SIN ANTECEDENTES EN COAHUILA
Para la ginecóloga oncóloga este tipo de casos son insólitos, es el primero en Coahuila, y reveló que asumió el reto de atender a “Lupita” porque conoce de antecedentes en el Hospital de Gineco Obstetricia en la Ciudad de México, donde hizo su residencia.
Reiteró que respaldan a la madre, a quien monitorean de manera permanente con el compromiso de brindarle atención digna, oportuna y cálida.
“MI HIJO ES LO MÁS IMPORTANTE”
Aunque otras mujeres podrían estar tristes por perder un seno, para “Lupita” representa una oportunidad de vida y una esperanza para salvar la vida de su hijo.
“En estos momentos, para mi hijo y mi salud, es lo más importante”, expresó sin poder contener el llanto.
Con valentía aseguró que tiene muchos motivos para salir adelante, su esposo, sus hijos y un nuevo ser que se aferra a la vida, un guerrero a quien llamará “Antonhy”.
“DIOS TE LLEVA DE LA MANO”
“Lupita” espera que su testimonio sirva de inspiración a otras mujeres para que venzan el miedo y sepan que la guerra contra el cáncer de mama no está pérdida.
Se dijo agradecida con Dios, su familia y los especialistas del IMSS por su apoyo, esfuerzo y dedicación. “Cuando te topas con gente buena en el camino, sabes que Jehová te lleva de la mano”, concluyó.