El senador morenista Ricardo Monreal consideró que es el momento de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) intervenga ante los señalamientos contra el recién elegido presidente del Tribunal Electoral, José Luis Vargas, por su patrimonio y sus viajes a costa del erario.
«No soy juez de conciencia y no soy parte de un órgano de acusación contra él. Yo no tengo elementos de prueba y no puedo a priori presumir que esté incurriendo en delitos. Tengo opinión positiva de él y si la UIF o algún otro órgano tiene elementos, es el momento de intervenir», sostuvo.
Tras aclarar que el Senado es un órgano de carácter electivo, el coordinador de Morena adelantó que la Cámara respaldará en esta etapa de «deterioro» por la que atraviesa al Tribunal Electoral.
«No nos metemos. Quiero decirles con toda claridad que vamos a respaldar la acción del Tribunal, que hacemos votos porque se fortalezca, para que supere esta etapa de descalificación, de desencuentro, e incluso de deterioro del Tribunal y que deseamos que sea un Tribunal de pleno derecho, que no haya intereses presiones o amenazas en contra de los juzgadores», dijo.
«Nosotros queremos un Tribunal a prueba de todo, porque la elección de 2021 será una elección muy cerrada, muy polarizada y queremos mantener al Tribunal ajeno a vicisitudes o ajeno a disputas internas que pueden generar deterioro y desprestigio a la institución».
Vargas Valdez ha sido cuestionado por su patrimonio y por sus viajes a costa del erario.
Su periodo como presidente concluirá junto con su mandato constitucional, el 31 de octubre de 2023.
En su paso por el Tribunal ha sido objeto de varios señalamientos.
En octubre de 2019, se conoció que se indagaban sus cuentas personales y bienes inmuebles, ante indicios de una multiplicación de ingresos y propiedades, particularmente entre 2013 y 2017.
De acuerdo con información obtenida por REFORMA, se detectó que cuadriplicó sus ingresos reportados a Hacienda, al pasar de un millón 791 mil pesos en 2013, a 7 millones 270 mil pesos en 2017.
Además, se le investigaba por presuntos depósitos irregulares en efectivo y elevados gastos en sus tarjetas de crédito.
A esto se sumó la adquisición de dos bienes inmuebles millonarios en ese lapso: en las Lomas de Chapultepec y el Centro Histórico de la Ciudad de México.
El hoy presidente del TEPJF defendió sus ingresos y su estilo de vida y aseguró que los mismos corresponden a él y a su esposa, Mónica Bauer, ejecutiva exitosa