Por Yuriria Sierra
Es democracia, no censura
Muy bien por los medios estadunidenses, porque están evitando que a la sociedad lleguen mensajes profundamente peligrosos
Inédito. No recuerdo un precedente, nada similar en la televisión de Estados Unidos, menos aún en la mexicana ni en alguna otra región del mundo.
Las principales cadenas de televisión estadunidenses reaccionaron ante un presidente dispuesto a atajar la realidad con narrativas alternativas que, llamándolas por su nombre, más bien son falsedades. La historia de un triunfo basado en mentiras. Esa historia que no encontró eco en MSNBC, ABC, CNN, Univisión… bueno, ni en Fox News, un medio que hasta la noche de este jueves había sido leal al aún inquilino de la Casa Blanca.
Esos cortes de transmisión de la conferencia en donde Donald Trump, sin presentar ninguna prueba, acusó que a los observadores electorales no se les permitió hacer su trabajo y exigió que los votos debían calificarse como ilegales, ese mensaje en donde también pidió la intervención de la Suprema Corte.
Sin embargo, a Donald Trump no lo calló nadie. A partir de este hecho, casi impensable, se abrió el debate sobre si a Trump lo tundió la censura. No fue así, nadie lo calló. Los medios de comunicación sólo decidieron no dar eco a su mensaje, tomaron una decisión sumamente responsable. No quisieron ser el vehículo por el que se difundieran esas mentiras que, en medios digitales, han provocado respuestas y consecuencias políticas.
Desde el martes pasado, más de una decena de tuits publicados por el republicano han sido marcados como información engañosa. El político de la posverdad, el que ha optado por la construcción de sus propias narrativas, sin importar lo falsas que sean, está perdiendo no sólo en materia electoral, también en el espectro que su ruido pueda alcanzar.
Aplaudo la decisión de las televisoras. La suya fue una decisión de Estado que pone a salvo a la democracia, no solamente la de Estados Unidos, porque también da un ejemplo en todos aquellos países donde las falsedades, las mentiras, los otros datos, se están convirtiendo en el pan nuestro de cada día.
Muy bien por los medios estadunidenses, porque están evitando que a la sociedad lleguen mensajes profundamente peligrosos, sin coartar la libertad de quienes los emiten. Por ello, Twitter no borra las publicaciones que considera engañosas, sólo alerta sobre éstas. Aplaudo estas medidas, porque son relevantes para blindar a la democracia, porque una democracia se abre a todos, pero en esa diversidad han existido líderes como Adolfo Hitler quien, electo democráticamente, sabemos todos qué dejó a su paso.
Que los medios de comunicación estén dispuestos a no convertirse en vía de difusión de realidades alternativas, no sólo abren camino a una sociedad mucho mejor informada, también les abona credibilidad, un pilar importante para su operación. No ser cómplices de lo que las “altas esferas” esperan, es también abonar a la democracia. El papel de los medios es encauzar el debate, pero también llamar a las cosas por su nombre.
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ADDENDUM
Y para sustentar realidades, a diferencia de lo que podría presumirse en Palacio Nacional respecto a la honestidad, el mejor evaluado en cuanto a un gobierno estatal no emergió de Morena. Mauricio Vila, panista, es apoyado por seis de cada 10 yucatecos, según la última encuesta de Demotáctica. El segundo lugar tampoco lo ocupa un morenista.