Propietario de “Supremo Pan de Pulque”
Tras una vida dedicada al comercio en diversos giros, y hasta la función pública municipal, Alonso Baragaño Rosas decidió apostar por una de las actividades más tradicionales de Ramos Arizpe: la elaboración del pan de pulque.
Junto a su hijo, Alonso Baragaño Dávila, puso en marcha la marca “Supremo Pan de Pulque”, misma que, poco a poco, ocupa posición en el mercado.
El reto no es solo emprender sino el competir con marcas de más de 100 años de antigüedad, que están arraigadas en la mente y el corazón de los ramosarizpenses y de muchos más que se deleitan con esta variedad de pan.
Maricela Alfaro Borjón
LA PRENSA
¿Cómo es que se decide a emprender en un negocio que está muy competido, tanto por marcas reconocidas como por pequeñas panaderías que también ofrecen pan de pulque?
Nosotros venimos de una familia de panaderos. Mi mamá y la mamá de mis hijos les gustaba hacer pasteles y a veces comercializaban, aunque en una cosa sencilla. Nos gusta el giro y desde hace 10 años que teníamos la inquietud, pero por una u otra cosa no se logró. Mi hijo y yo lo retomamos hace tres años, y afortunadamente aquí estamos y nos hemos mantenido.
¿Y cómo es que se han mantenido, que los diferencia a ustedes del resto?
La calidad. Nuestras recetas son originales y le estamos apostando a ofrecer un producto bien elaborado, que conserve su consistencia y su sabor. Podemos estar uno o dos pesos más elevados que los demás, pero es porque toda nuestra materia prima es de calidad, de manera que cuando la gente toque el pan y lo pruebe, confirme que es un buen producto.
Usamos harinas, mantecas vegetales y de puerco, piloncillo, azúcar, canela, huevo y nuez de la mejor calidad porque eso es lo que nos va a distinguir.
¿Qué variedad de producto elaboran?
Tenemos seis productos base: empanada de cajeta, empanada de nuez, semita chorreada con nuez y piloncillo, semita de pulque, el mollete y conchas de azúcar o volcán que de hecho es muy diferente a la concha de las panaderías porque es de batido de huevo y pulque.
Con más de 12 años de residencia en esta ciudad, Alonso se considera un ramosarizpense adoptivo que espera posicionar la tienda que abrió en la Calzada Manantiales, y donde visualiza incluso la colocación de un área de cafetería.
¿Cuánta gente trabaja aquí?
Nosotros somos de Ramos, y le apostamos a la gente de Ramos por eso todos los empleados son de aquí. Tenemos cuatro choferes, tres personas más en panadería, mi hijo y yo.
Con un negocio iniciando ¿cómo les fue con la pandemia?
Entre abril y mayo fueron los meses más difíciles en los que sí bajó mucho la venta, al menos un treinta por ciento, y hasta tuvimos que cerrar como veinte días en Semana Santa, pero lo retomamos porque de esto comemos, y no tenemos más alternativa.
A base de mucho esfuerzo, de sacrificios aquí estamos y, sobre todo, de calidad.
¿Con 3 años en funciones, cómo es estar en un mercado tan competido en la región Sureste como lo es la elaboración de pan de pulque?
La respuesta fue dada por el joven Alonso Baragaño Dávila, quien insiste en que el sabor y la textura marcan la diferencia.
Con el respeto que todos merecen, hemos visto que algunas de las marcas que son muy mencionadas fueron pasando de generación en generación y perdieron el enfoque de la calidad, se preocuparon más por hacer su producción más barata y le quitaron cosas que, a la larga, hacen que el sabor sea muy diferente.
Sí fue difícil emprender, y sí es difícil mantenernos, porque al final de cuentas es una fama de 100 años con la que competimos, y mucha gente ni siquiera voltea a ver otro pan, pero quienes han visto nuestra bolsa, al olerla, se han atrevido a probarlo y, gracias a Dios, la calidad ha hecho que el cliente se quede con nosotros.
Compiten contra tradición, entonces…
Es por eso que le apostamos a la calidad, para ganarnos un lugar.
Traemos mucho más peso en las bolsas, y cuando mandamos hacer la etiqueta fuimos muy cuidadosos de que tenga solo los elementos necesarios para que se vea bien el pan, la mayoría viene todo tapado, pero nosotros quisimos que el pan sea el que hable por sí solo.
Y ¿cuál es su producción?
Elaboramos 500 bolsas diarias que estamos promoviendo por medio de cuatro rutas que recorren algunos sectores de Saltillo, y traemos cobertura en un veinte por ciento de Ramos Arizpe.
Buscarían desarrollar puntos de venta…
Sí, ahorita tenemos nuestra primera panadería expendio, pero la finalidad es terminar cubriendo todo el Ramos antiguo, y puntos clave de Saltillo y Arteaga.
¿Cuál es el reto en esta actividad?
Lo principal es lograr que la calidad esté por encima de todo, porque eso también cuesta. Lo más sencillo sería buscar abaratar costos, pero la gente merece más en sus mesas, merece que quede un muy buen sabor de boca.
Ahorita surtimos a tiendas que están sobre la caseta en Huachichil, y nos ha hablado gente de Reynosa, de Guadalajara, de Piedras Negras y Zacatecas que están interesados en ver cómo podemos distribuirles, y estamos en pláticas con ellos, lo que nos hace ver que ahí vamos por buen camino.
Lo que nos detiene es el costo tan alto del flete por el volumen, Por ejemplo, una cajita que se lleva 10 panes o 12 panes te sale en 600 pesos el envío, y ya te sales de los costos. Es lo que tenemos que buscar para poder avanzar en nuestro crecimiento.
Para este par de emprendedores, “el sol sale para todos” y tienen la confianza de que el esfuerzo que ponen para la fabricación de cada pieza, permitirá alcanzar un lugar dentro del tradicional mercado de pan de pulque ramosarizpense.