El senador Germán Martínez, señaló que la reciente elección del Magistrado José Luis Vargas como Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dejó ver lo que llamó «tutelaje político dañino» sobre el órgano jurisdiccional.
«Yo creo que se confirma que el Tribunal Electoral tiene un tutelaje político dañino. Y pone en riesgo las decisiones jurídicas legales y ciertas que deben darse en el proceso electoral en el que ya estamos y con todo lo que esto implica», afirmó.
Sin señalar nombres dijo que ese tutelaje tiene «agentes políticos del presente» que pueden incidir en el Tribunal Electoral.
«Yo como senador de la República tengo algunos indicios y por eso lo manifiesto así, manifiesto una preocupación por ese tutelaje político dañino que puede afectar su independencia, imparcialidad y autonomía», apuntó el senador por Morena.
En ese contexto y ante los peligros del Tribunal, el senador Martínez exigió al Consejo de la Judicatura que vigile escrupulosamente la actuación de este órgano jurisdiccional.
«Los tribunales deben ser independientes del poder y del dinero. Yo sí creo que las autoridades del Poder Judicial, el Consejo de la Judicatura (en particular) tendrá que estar atento al desempeño del Tribunal, ser escrupuloso, con una vigilancia especial y extraordinaria. Eso es lo que yo exijo. El Tribunal que es una pieza delicada e importante para la democracia», apuntó el michoacano.
‘AMLO pidió que se investigara’
Interrogado sobre el perfil del nuevo presidente del Tribunal y los diversos cuestionamientos y polémicas sobre su actuación pública y su patrimonio personal, el ex funcionario publico recordó que fue el mismo Andrés Manuel López Obrador el que pidió que se indagara.
«En algún momento, cuando el periódico REFORMA exhibió su desempeño personal y su patrimonio, el Presidente de la República en una mañanera dijo que se investigara y yo creo que hay suficientes elementos para que se haga caso al Presidente de la República que dijo que se investigara», contestó el senador michoacano.
Sobre declaraciones recientes de que el actual Magistrado presidente del TEPJF, dijo que contaba con una sentencia judicial con medidas cautelares para que no lo toquen ni a él ni a su familia con este tipo de informaciones.
«Solo busca blindaje el que no es transparente», comentó Martínez.
Escalonamiento necesario
Promotor de una iniciativa que no prosperó en el Senado de la República el año pasado para revocar la ampliación del mandato de cuatro de los siete Magistrados que realizó en 2016 la anterior Legislatura y con ello retomar el escalonamiento original de ese órgano colegiado –que hubiera llevado a renovar en ese momento dos magistraturas incluyendo la del hoy presidente del TEPJF–, Martínez consideró que fue un error no aprobarla.
La renovación hubiera dado frescura y hubiera facilitado un diálogo al interior del Tribunal, que hoy parece «oxidado».
Más que la elección con una votación dividida de cuatro votos a favor del magistrado Vargas y tres a favor del magistrado Reyes Rodríguez -finalmente se eligió por mayoría, dijo–, al senador por Morena le preocupa el ambiente al interior del órgano jurisdiccional.
«Que se dividan no hay problema. El tema es que no dialoguen y que se mantengan así», indicó.
«Yo creo que fue un error de la legislatura pasada ampliarles el plazo y un error de esta legislatura desistir a quitarles la ampliación, no aprobar la iniciativa que reponía el escalonamiento y desistirnos de eso. Eso fue un error del pasado y un error del presente», indicó.
«El escalonamiento hubiera facilitado una renovación de manera ordenada y generar dinámicas internas y un ambiente de mayor armonía con nuevos Magistrados (), para eso es escalonada, para eso tiene sus periodos, para que los consensos se refresquen, se alternen y no se oxiden ahí como están oxidados los consensos en el tribunal. Está oxidado el diálogo entre ellos», expuso Martínez.
Para Germán Martínez la vigilancia de la actuación del Tribunal no solo en lo político sino también en lo administrativo deberá llevar a evitar que haya prácticas como las de tiempos recientes, en donde el cargo de la presidencia iba junto con otro tipo de prerrogativas poco claras.
«En algún tiempo la presidencia significaba la tiendita o la cafetería. Dentro de las prerrogativas y los derechos estaba la tiendita del tribunal donde se vendía café, dulces, tortas golosinas, refrescos. Eso significaba (también) la presidencia. Espero que no siga significando la presidencia la concesión de una tiendita o una cafetería del Tribunal», concluyó