El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha anunciado que ha firmado una declaración sobre el cese de la guerra en Nagorno Karabaj junto con el presidente ruso Vladímir Putin y la parte azerí.
Pashinián ha señalado que ha sido «una decisión muy dura» y que el texto de la declaración es muy «doloroso» tanto para él personalmente, como para todo el pueblo armenio.
Sin embargo, tras «un análisis profundo de la situación militar» y consultas con personas al tanto del desarrollo de los acontecimientos en la disputada región, el primer ministro armenio sostiene que «es la mejor decisión en la situación actual».
«No es una victoria, pero no habrá derrota hasta que se den por vencidos. Nunca nos daremos por perdedores y eso debe convertirse en el inicio de nuestra era de unión y renacimiento nacional», ha agregado Pashinián.
Putin, por su parte, ha detallado que Rusia, Azerbaiyán y Armenia han acordado el despliegue del personal ruso de mantenimiento de la paz en Nagorno Karabaj y ha expresado la esperanza de que el acuerdo permita resolver las tensiones de manera justa, que corresponda a los intereses tanto de los armenios como de los azeríes.
Entre tanto, las fuerzas de las dos naciones se detendrán en las posiciones de Nagorno Karabaj ocupadas por ellos hasta la fecha, ha indicado el presidente ruso.
A su vez, el presidente de la república no reconocida de Nagorno Karabaj, Arayik Harutyunián, ha dado su consentimiento para poner fin a las hostilidades en el conflicto con Azerbaiyán.
Tras conocerse la noticia sobre el acuerdo alcanzado por Nagorno Karabaj, en Ereván un grupo de manifestantes ha irrumpido en la sede del Gobierno en protesta contra la decisión de Pashinián. Los congregados también han aseverado que se dirigen a la mansión gubernamental del primer ministro.
- Armenia y Azerbaiyán se hallan inmersas en una escalada militar por el control de la disputada región de Nagorno Karabaj, un conflicto cuyo origen se remonta a 1988 y que estalló con fuerza renovada el pasado 27 de septiembre.
- Tanto alto al fuego humanitario proclamado el 9 de octubre durante una ronda de conversaciones en Moscú como otro que debía implementarse desde las 8 de la mañana del 26 de octubre (hora local) no han sido respetados por ambos estados.