
Estefana Limón Bernal
A sus 75 años, Estefana Limón Bernal es un referente local al ser la única comisariada ejidal en el campo de Ramos Arizpe.
En 2017, la población de Fraustro la eligió como su autoridad inmediata y representante ante el gobierno, lo que significó un cambio total en su vida.
“Siempre fui ama de casa, apoyando a mi esposo y cuidando a mis ocho hijos. Toda mi vida fue cualquier cosa menos andar entre trámites o cosas así. Fue sorpresa, pero ahí la llevamos”.
El reto no es solo asumir la responsabilidad de encabezar las gestiones de su comunidad, y procurar el orden entre las 75 familias que radican en este ejido localizado sobre la carretera antigua a Monclova, sino el abrirse paso en un mundo de hombres.
“Lo común es que sean “los comisariados”, no hay mujeres. Entre ellos se entienden mejor de todos los temas, así es que cuando me vieron a mi sí se sorprendieron. Ha sido muy difícil porque no conocía a nadie, yo ni siquiera tenía que ir a la ciudad, pero la gente me ha ayudado y vamos sacando adelante esta tarea”.
En estos tres años, a doña Estefana logró ver la transformación de su comunidad con la construcción de una plaza pública con cancha deportiva, además de que se pusieron en marcha dos pozos de agua potable con los que se garantizó el suministro a casi 200 habitantes de esta población.
“He aprendido a moverme a la ciudad, me dan raid, me ayudan. Ahorita con lo de la pandemia tuve que detenerme y ya en cualquier momento toca que me cambien. Para mí ha sido muy bonito poder hacer algo por mi gente, y espero que nos sigan apoyando”.
Aunque su caminar es lento, su estado de salud es bueno y eso le permite mantenerse activa en torno a las problemáticas de Fraustro, una comunidad que tiene aún vocación agrícola, aunque la mayoría de sus habitantes dependen de la actividad en la cabecera municipal de Ramos Arizpe.