El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, reconoció que el Poder Judicial tiene el reto de recuperar la confianza social en la justicia laboral.
Al participar en el evento de arranque del nuevo modelo laboral en ocho estados, en Palacio Nacional, el Ministro reconoció la necesidad de hacer efectivo el acceso a ese tipo de justicia.
«Lo cual es un anhelo añejo y una demanda inaplazable, una justicia laboral, pero que asuma sin su papel constitucional en la consecución de una mayor definición social para las y los trabajadores», dijo Zaldívar.
«El reto para el Poder judicial es recuperar la confianza social en la justicia del trabajo. Tenemos el deber de consolidar una justicia laboral que fortalece el Estado de Derecho».
Voto libre y secreto, pilar de justicia laboral.- STPS
La piedra angular del Nuevo Sistema de Justicia Laboral (NSJL), que hoy arranca en ocho estados del País, es el voto personal, libre, directo y secreto de los trabajadores para elegir a sus representantes, afirmó también la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.
La funcionaria subrayó que esa forma de votación será el método para elegir directivas y aprobar contratos colectivos de trabajo.
«(Un) pilar es la democracia sindical, antes y no generalizamos, había procesos con limitaciones en cuestiones democráticas y poca transparencia, votaciones a mano alzada y trabajadores que en muchas ocasiones eran forzados a pertenecer a determinados sindicatos», advirtió.
«Ahora la piedra angular del nuevo modelo es el voto personal libre, directo y secreto, proporcionalidad de género en las directivas sindicales, transparencia y rendición de cuentas, verificación por la autoridad de los procesos democráticos», expresó.
Ante el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, la Secretaria destacó que otro pilar del nuevo modelo de justicia laboral es la negociación colectiva de contratos conocidos y aprobados por los trabajadores.
«Antes, una alta presencia de contratos de protección, contratos que no se realizaban, estaban inactivos y sindicatos muchas veces sin representatividad extorsionaban a empleadores, principalmente en el sector de la construcción y del transporte», alertó.
«(Ahora), para firmar un contrato colectivo se debe acreditar primero el respaldo de por lo menos el 30 por ciento de los trabajadores. Los contratos colectivos existentes deben ser legitimados por los trabajadores y la revisiones contractuales (…) deben ser respaldadas por los trabajadores».
La Secretaria aseveró que el nuevo modelo no sólo rompe con vicios y paradigmas del pasado, sino que hace la realidad la libertad, la democracia y el acceso a la justicia en el mundo del trabajo, y genera mayor certidumbre y estabilidad en las empresas.
«Queremos construir en México un mercado laboral que garantice el respeto de los derechos individuales y colectivos, y estimule el diálogo social y productivo como la vía idónea para alcanzar el equilibrio», abundó.