Ya empieza a sentirse la navidad, los municipios de la región prácticamente se iluminan de noche, las principales calles de Ramos y Arteaga ya lucen brillantes, creo que esto nos hace falta, olvidarnos de la pandemia y estar esperanzados a que Santa Claus nos deje en nuestro pino una vacuna contra el Covid-19, que no solo nos de ilusión, sino certeza de que esto va terminar en el 2021, como cuentan los especialistas, pero no crean que iniciando el año, esto se espera que sea por allá de agosto.
Y hablando de navidad, ya la gente comienza con sus deseos y su carta a Papá Noel, que, aunque Chema Morales diga que no está pensando todavía en subirse al barco de la reelección, sabemos que se ha portado bien y esto se transforma en buenas cosas, así que lo más probable es que Papá (Riquelme) no quite el dedo del renglón y lo respalde.
Quien también sigue haciendo buenas acciones, es Everardo Durán, el día viernes hizo la punta y llegó con varios regalos para los niños de escasos recursos, con el fin de respaldar la iniciativa de la Fundación Ágata, que comanda Vanessa Tonone, queriendo demostrar que Arteaga también sabe hacer cosas buenas por los más necesitados.
Pero el que de plano hace cosas buenas, que parecen malas, es nuestro Presidente, que va repartir 11 mil pesos a todos los que tengan un familiar que haya fallecido por la pandemia, ¿se imaginan? Tan solo en Coahuila se repartirían 33 millones de pesos y contando, digo, no tengo nada en contra de que los beneficie, claro que la pérdida humana no tiene precio y recibir apoyo es algo que a la gente le gusta, pero porque no ayudar a frenar los contagios con acciones más drásticas o utilizar el dinero para inyectar la economía que, honestamente, no va nada bien.
La gente ya debe el aguinaldo, los únicos beneficiados del pago de aguinaldos, son los arrendatarios, Coppel, la gente de Compartamos, los bancos y sus créditos automotrices, esta navidad será difícil, pero a partir del primero de diciembre la gente podrá solicitar sus 11 mil pesos, a cambio de una vida que se perdió porque México no supo frenar la pandemia a tiempo, con acciones irregulares como el “uso, no uso, uso y desuso” del cubrebocas; la criptonita de la súper heroína Susana Distancia, fue un gobierno blando que gastará más de mil cien millones de pesos en enterrar sus errores, recuerden que a otros presidentes les achacaban 33 estudiantes desaparecidos, aquí son más de 104 mil decesos por el descontrol del Covid-19.
Y por si fuera esto poco, y poniéndolo en el ámbito navideño, para Santa AMLO, muchos de sus niños o gobernadores, se han portado mal y van a recibir solamente un trozo de carbón el año que entra, para que con este logren hacer algo por sus Estados.
Mientras tanto, todo esto se nos va olvidar cuando el pavo, el cabrito o el marranito esté en la mesa de nuestra cena navideña, tal parece que nos reseteamos fácilmente al recibir algunos pesos y no descansamos hasta acabar con ellos, por qué, porque necesitamos olvidarnos de la triste realidad por la que estamos pasando, el encierro sigue, la nueva normalidad está causando depresión en muchas personas, la gente comete más locuras, y ya no estoy hablando de AMLO, cabe aclarar, cada vez son más los chacales que cometen barbaridades en contra de los únicos seres que pueden ser felices hoy en día, los niños. Padrastros violadores, abuelos que abusan de menores, cosas que acaban con la inocencia de los pequeños, en estos momentos pienso que el Bronco no andaba tan perdido con cortar manos y otras cosas, a los que cometan algún delito.
Pero en fin, hay mucha tela de donde cortar, pero seamos felices mientras podamos, valoremos lo que tenemos a lado y lo que no también. Nos leemos mañana con más cosas que vemos desde el Ixtlero.