Por Rocío de Jesús
Pero no todo es malo para el presbiterio, pese a una gran pérdida, se anunciaba por otra parte el alta del hospital del “Padre Nacho”, quien logró superar la etapa crítica de la enfermedad. “Hoy regreso a mi casa a terminar mi recuperación y rehabilitación pulmonar, y no me da pena decirles, desperté llorando con la noticia del fallecimiento del Padre Gilberto Soto”.
Aunque actualmente está designado a la parroquia Santísimo Cristo del Ojo de Agua en la capital del Estado, el Padre José Ignacio Flores Ramos fue durante muchos años, párroco en Monclova, del templo Sagrada Familia en la colonia Asturias y fundador del programa radial Cristo en línea.
El viernes por la tarde, el sacerdote emitió un mensaje a través de su perfil en Facebook, que decía lo siguiente:
“Primero, quiero agradecer a tantas personas que se han sumado en la oración y apoyo a este indigno servidor.
El Covid psicológico por el que pasé fue llevadero, diariamente recibía mensajes, oración. No niego que la soledad y los pensamientos negativos te atacan, son tantos sentimientos encontrados.
Los estragos de esta enfermedad que no tiene un control cierto, es aún tan desconocida como equívoca. No te asegura nada, estamos definitivamente solo en las manos de Dios.
Cuando me dijeron de mi posible alta por estar respondiendo favorablemente, me llené de luz, de esperanza. Pedí en las redes por mis hermanos, les solicité nos regalaran un respiro de oxígeno desde sus hogares, ya que para Dios no hay imposibles. Y encomendamos a cada enfermo, especialmente al padre Gilberto Soto.
Pues hermanos, no me da pena decirles que desperté llorando con la noticia de su fallecimiento, me encuentro aún con sentimientos encontrados. Hoy regreso a mi casa a terminar mi recuperación y rehabilitación pulmonar.
Seguiré aislado hasta el 11 de diciembre, sin poder recibir visitas ni hablar, para recuperarme al cien por ciento.
Sé que este instante que Dios me ha regalado lo aprovecharé al máximo para seguir sirviendo.
La aventura de mi vida ha valido la pena, no salgo de mi sorpresa. No me basta aun esta vida para dar gracias a los que amé y me han amado. Todo es gracia. Mi vida entera es bendición.”