CIUDAD DE MÉXICO.- El verticalismo vuelve a aflorar en Morena. La cúpula del partido se reúne con diversos aspirantes a candidaturas, pero hay entidades en las que el dedazo ya es visible, asegura Porfirio Muñoz Ledo.
En entrevista, se dice extrañado de la guía ética que difundió el gobierno federal, toda vez que, menciona, Morena hace todo lo contrario a lo que ahí se señala, pues, dice, «es un ejemplo de corrupción y de podredumbre».
¿Está involucrado en el proceso de selección de candidatos en el partido?
—Estoy trabajando fundamentalmente por Zoom, que es mi contacto. Varias organizaciones de base del partido se comunican conmigo y yo hablo con la gente, además de que un sector importante de la dirigencia, que está muy cerca de nuestras ideas, [como] la secretaria general, Citlalli Hernández, que es una mujer de la base, con una conciencia democrática más horizontal que vertical. También hay grupos de considerable peso, como es Bertha Luján, que es la presidenta del Consejo Nacional.
Estoy hablando con líderes del partido, que aunque no piensen igual que nosotros, tienen preocupaciones por lo que se viene.
¿Qué viene?
—De nuevo aflora el verticalismo, claro, cubriendo las formas. Se está reuniendo la cúpula del partido con diversos candidatos; en eso, cuando menos ha habido una búsqueda, no algo predeterminado, así lo siento.
Hay estados donde ya se ve el dedazo. Por ejemplo, en Guerrero he hablado con cuatro de los precandidatos y todos sienten que están los dados cargados porque ya aparecieron los grandes espectaculares del dedazo.
La elección en la que participé para la presidencia del partido fue como un ensayo general de lo que van a hacer. Si eso lo continúan será fatal para el futuro democrático de Morena.
Me ha extrañado mucho que sobre la guía ética que propone el Presidente exactamente lo que está haciendo el partido es lo contrario. Es un ejemplo de corrupción y de podredumbre.
¿Está de acuerdo con las alianzas que se pretenden?
—No hay una política clara de alianzas porque depende mucho de los estados. Por ejemplo, el Verde quiere algunos estados en alianza. Está el tema de San Luis Potosí o de Nuevo León, donde el PT no acepta al PVEM.
Tienen la ventaja de que la coalición de oposición no cuaja , porque no le pueden pedir a la gente del norte, que simpatiza con el PRI, que vote por el PAN. La ventaja que tienen es que no hay una oposición consolidada.
El actual dirigente nacional dice que todos deben comulgar con los principios de Morena, si quieren alianza.
—Qué sorpresa, porque la característica de la elección ensayo es que no hubo un solo debate. El actual, yo digo innombrable, presidente, no presentó una sola idea política. Fueron las elecciones que marcaron que en este país ya no hay debate político.
En vez de tener soluciones de estado, por desgracia la política se está, estérilmente, polarizando.
Hay un prurito de crear imágenes combativas y polarizantes; por ejemplo, el juicio a los expresidentes es un poco el circo romano. ¿Significa una erección para el pasado? Sí y no, porque eso ya se ha olvidado, y si no ocurrieran muchos fenómenos negativos del pasado, tendría justificación. Pero me gustaría un debate sobre hasta qué punto seguimos siendo neoliberales o no.
¿Morena debe dar el debate?
—El país no se ha democratizado. Hay un renacimiento del dedazo, con más gasto y más excesos de lo que se hizo en el pasado.
Las elecciones de Morena son como una tomografía de lo que está pasando en el país.
¿Impulsa una reforma en el interior de Morena?
—No he tirado la toalla, estoy en la lucha, y parte de lo que puede corregirse es que quienes pensamos en que se complete una transición democrática influyamos dentro del partido.
Fui invitado a coordinar el Consejo Consultivo, pero claro, lo acepto si quieren tener consulta. Sobre todo porque el consejo tiene una competencia electoral. Ya crearon la comisión de elecciones, contrario al articulo 45 de los estatutos internos del partido, que claramente dice que debe de salir del seno del Consejo Consultivo el comité electoral.