CIUDAD DE MÉXICO.-La Comisión Federal de Electricidad (CFE) mantiene en Petacalco una central sucia e ineficiente en desdén del uso de energías limpias.
La central está parada desde hace dos semanas debido a que la CFE decidió no alimentarla con carbón importado. «El carbón es importado y es carísimo», alegó Manuel Bartlett en su comparecencia ante diputados el pasado 27 de octubre. Pero la alternativa de abastecimiento será el combustóleo igualmente contaminante y caro.
La planta «Plutarco Elías Calles», ubicada en la costa grande de Guerrero, era abastecida por carbón suministrado por la empresa suiza Glencore, que en abril de 2019 obtuvo un megacontrato por 519.6 millones de dólares.
Las siete unidades generadoras de energía tienen un potencial de 2 mil 778 megawatts con un consumo promedio anual de unas 7 millones de toneladas. Genera alrededor del 7 por ciento de la electricidad del país y ha utilizado sólo carbón importado, bajo la premisa de que es menos contaminante que el mexicano. La CFE dejó que se agotara el carbón para sustituirlo por combustóleo no obstante que la tendencia internacional es abandonar las centrales de carbón por operaciones con energía limpia.
En 2019, en la Unión Europea la generación de energía con carbón bajó 24 por ciento, con lo que redujo 120 millones de toneladas de CO2 mientras que la producción con energías renovables creció 34 por ciento.
Líderes pesqueros de La Unión, Guerrero, donde está enclavada la central, expresaron a REFORMA su preocupación por la contaminación que la planta genera en ocho comunidades de la región.
Los principales daños a la salud, medio ambiente y fauna ocurren en Petacalco, Zorcúa, Coyuquilla, Feliciano, Guaricho, Tamacuas, Santiago Zacatula, Naranjito y San Francisco, desde que la carboeléctrica comenzó a operar hace dos décadas.
Como ejemplo, Gilberto Barrera Reyes, representante de las 43 cooperativas pesqueras de Petacalco, denunció que el pasado viernes se evidenció con fotografías el derrame de aceite dentro de la planta, lo cual generó una ‘alberca’ de contaminación que podría trasladarse a aguas de la bahía.
«No se puede tender la ropa por la lluvia ácida, la pintura de los carros se echa a perder, no se puede respirar, emisiones y partículas se van a los pulmones», reprochó.
Jesús Campos Albarrán, líder de la sociedad cooperativa pesquera La Boba, lamentó que se genere energía a costa de la salud de los pobladores.
«A muchas personas en Petacalco les da pena decir, pero aquí hay entre 40 y 60 personas con cáncer. Nosotros vemos cómo mantenernos, el Gobierno federal no hace nada, el Municipal menos», dijo.