
Por Wendy Riojas
La psicóloga María del Refugio Hernández Gaytán mencionó que el confinamiento y la restricción del contacto social, es un factor que precipita el suicidio en personas con padecimiento del estado de ánimo.
Dijo que lamentablemente el suicidio está incrementando en gente muy joven, incluso en la etapa de la pubertad, provocando que se convierta en un problema grave de Salud Pública que debe atenderse.
Sin embargo mencionó que los motivos pueden ser multifactoriales; la economía, el entorno y quizá ahorita por la nueva realidad que se está viviendo a consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Entre ellos mencionó; la falta de una vacuna, el cierre de empresas y la reducción del personal en empresas fortalecidas, ya que, muchas han tenido que prescindir del servicio de sus empleados.
La especialista comentó que la pandemia nos ha vuelto más vulnerables, especialmente a los jóvenes y jóvenes adultos, ya que, no tienen recursos emocionales de afrontamiento para evitar una tragedia.
“El confinamiento es un factor que precipita; si ya existe una depresión, si ya hay un estado de ansiedad, un estrés, y hay confinamiento, ese factor predispone para que se den con mayor intensidad los trastornos”.
Dijo que las personas que se quedan sin empleo se enfrentan a una realidad, (la esposa y los hijos) y quizá, hay factores ya estresantes que originan ciertos trastornos como la depresión y ansiedad, que generan que se precipite el suicidio.
“El suicidio no es decir ‘hoy quede desempleado y mañana me voy a suicidar’, esa persona ya traía un antecedente de algún padecimiento del estado del ánimo y ese, es un factor que detona que se suicide”.
Dijo que regularmente las personas que piensan, intentan o logran suicidarse son porque tienen tiempo pensando en el suicidio y tienen una situación que generó un malestar emocional de tiempo.
Y señaló; “Una pelea de pareja o la pérdida del trabajo son factores detonantes para el suicidio, eso agrava la situación de la persona, la vulnerabilidad, la persona se va llenando de estas situaciones”.
Además mencionó que al vivir la restricción del contacto social, el estrés y los problemas familiares, hacen que vean como salida, el alcohol, las drogas, el suicidio, la violencia familiar, los robos, homicidio, feminicidio, entre otros.
Y que los gobiernos deben redoblar esfuerzos para darle mayor importancia a la salud emocional e implementar estrategias correspondientes para minimizar estos impactos en la región centro y el estado.
“Principalmente por las personas que la están pasando muy mal por la pérdida de su trabajo o la reducción de sus horarios laborales, ya que, es un factor muy importante que detona este tipo de conductas” mencionó.