
Por Luis Ángel Estrada
Con un servicio de alrededor de 20 años, Juan Francisco Vielma de León se dice satisfecho por la noble labor que ha estado realizando a través de su fundación Generando Vida en el que alberga a personas de la tercera edad, indigentes, alcohólicos y adictos, resaltando que ha tenido en ocasiones el curar las heridas físicas con las que llegan y lo más importante sanarlos emocionalmente, resaltando que inició con esta acción luego de haber sido adicto y al salir de ese abismo tomó esa decisión de servir a Dios.
“No solamente es ir por cierta persona a determinado lugar a asearlo, darle de comer y que tenga todos los cuidados, también se les ayuda en sus emociones, la verdad es que vienen muy dañados psicológicamente y es una parte muy importante en la cual trabajamos seguido”; señaló que en el caso de los adultos mayores les tiene que cambiar pañales, rasurarlos, cortarles las uñas, el desayuno y el medicamento que es muy importante. Además de contar con tres personas que les falta alguna extremidad, ya sea que alguno perdió los dos pies o alguien más uno.
Vielma de León indicó que trabaja más seguido con los adultos de la tercera edad, al ser gente vulnerable porque no cuentan con un techo o simple y sencillamente han sido abandonados por sus familiares, “ahorita tengo veinte personas, pero andan algunos trabajando y otros en los que viene su familia y se los llevan a pasar un rato y a otro que se lo llevaron a consulta médica”.
Agregó que ya la gente lo conoce y le hacen el llamado para que vaya al rescate de personas que se encuentran en condiciones nada agradables, resaltando que ha recibido a gente de Monclova, Castaños, Frontera incluso de Sabinas y centroamericanos que van de paso en la búsqueda del sueño americano, “he traído gente golpeada, quemada que prácticamente está más para allá que paraca”.
Señaló que el motivo principal para realizar tan noble y generosa actividad fue por amor, resaltando su lema que es ‘el amor es la magia’ y ya con el hecho de servir a la comunidad, de ayudar, reconociendo que prácticamente no tiene vida propia por estar al pendiente de sus huéspedes.
“NO VOLTEAN A VERNOS”
Vielma de León indicó que está acción la inició en Saltillo, resaltando que allá sí recibió ayuda gubernamental y de diferentes instituciones, llegando a tener un grupo de alrededor de 300 personas, recogiendo cada noche 40 personas, Dijo que para poder salir adelante ha recibido ayuda de gente de buen corazón, en la cual le regalan artículos de la despensa básica o también recibiendo algún estímulo económico “yo no tengo ayuda gubernamental, ni de alguna institución; sí he tocado puertas pero desafortunadamente no voltean a vernos”.
Indicó que la labor de convencimiento que realiza para que las personas acudan a su instituto es a través del amor, externándoles que no están solos, brindándoles cariño y confianza y ellos se sienten apoyados y es que según su experiencia a los que ayuda sienten que ya no tiene sentido su vida “traigo mucha gente ya recuperada que viene y me muestran sus logros, en el caso de los adictos me enseñan su carrito o ya con su familia integrada”. Aunque reconoció que hay gente que decide quedarse en la calle que ya están acostumbrados a la ‘pizca’ que es a pedir la moneda a vivir de la lástima y no deciden quedarse y para ellos es la zona de confort y prefieren seguir viviendo en la calle, de igual manera no se les desampara y les lleva cobijas, ropa y alimentos.
Dijo que se ha estado capacitando en primeros auxilios para atender las heridas de la gente que tiene en su albergue, además de ser conferencista sobre adicciones, prevención y bullying incluso ha estado acudiendo a diferentes estados del país.
Resaltó el apoyo sobre todo moral por parte de su madre y de su hijo para poder salir adelante y seguir ayudando a los más necesitados, aunque a veces su madre lo ve desesperado por no haber dinero para los gastos de la casa “a veces mi mamá me dice que ya me vaya a la casa a descansar, pero siento que ese llamado lo tengo adentro de mi corazón a seguir ayudando a la comunidad”.
El proceso que realiza cuando lamentablemente hay un deceso, resalta que afortunadamente tiene amigos en algunas funerarias de la ciudad y de los ataúdes que sobran por diferentes motivos o que tienen golpes leves se los regalan, posteriormente acude a Desarrollo Social o a las instancias correspondientes para que tengan un adiós digno “te encariñas mucho con las personitas y más cuando se van o se salen y es que aquí tiene todo, cariño, amor, comprensión el hecho de que no están solos y que los incluyes en las labores, pero cuando parten es algo muy triste”.
Un día en la fundación Generando Vida se trata de levantarse agradeciendo a Dios, por lo que hacen un circulo de agradecimiento realizando cada persona la acción, al terminar se les da el desayuno, enseguida asea a los adultos mayores y les da el medicamento correspondiente, luego se les da un tema de superación o se les pone a realizar alguna actividad o manualidad esto con el objetivo de que se sientan útiles, aunque ahorita han estado detenidos por la pandemia y es que por lo general lleva a gente experta en algún tema o actividad.
“Hago cartitas con alguna acción y se las escondo debajo de su almohada y si le toca por decir abrazos tiene que abrazar a sus compañeros o el de escuchar a un abuelo”. Luego sigue la comida y es cuando llega algún coach o psicólogo, pero como se mencionó más arriba, ahorita están parados por la situación de la pandemia, ya a las cinco de la tarde se les da una merienda, posteriormente los adultos de la tercera edad tienden a dormir a las seis de la tarde y a las cuatro de la mañana ya están despiertos.