Por Esequiel Aguilera
Pese que por cerca de 15 años dirigió el templo San Antonio de Padua, la muerte del padre Pedro Pantoja Arreola, pasó desapercibida para la comunidad de esa iglesia, incluso el patio central del templo permanece lleno de maleza, las puertas se encuentran cerradas a los servicios religiosos.
Es común que al fallecer una persona destacada como fue el padre Pedro Pantoja, en la puerta principal se coloque un listón negro a modo de duelo, pro esta ocasión no colocó, la muerte del padre paso de noche, el encargado del templo el padre Polo, no celebró misa en memoria del fundador de esta iglesia.
Comerciantes que de manera cotidiana se instalan en la avenida constitución a un costado del Templo, afirmaron que a causa de la pandemia, el templo se abre en pocas ocasiones, pero se les hizo extraño que por la herencia del padre Pantoja cuando menos se celebraría una misa.
Fue el pasado viernes por la tarde cuando se conoció sobre la muerte del padre Pantoja, que hasta el 2001 estuvo a cargo del templo, por instrucciones del Obispo Raúl Vera, fue trasladado a Saltillo en donde fundó la casa del Migrante y proteger a personas que intentan llegar a los Estados Unidos.
También se conoció que no hubo velorio los restos del padre fueron incinerados en la capital del Estado, lo anterior por instrucciones sanitarias al ser una víctima más del COVID-19, a pesar de que migrantes intentaron velarlo, la orden fue cremarlo unas horas después de su fallecimiento.