Por Omar Velázquez
Durante la mañana del domingo desde la Capital del estado, el obispo Fray Raúl Vera López, ofició una misa en honor al recién acaecido padre Pedro Pantoja, quien estuvo al frente de la casa del migrante en la ciudad.
«Elevando una plegaria al cielo por el alma del padre Pedro Pantoja, quien desde allá acompañará nuestras luchas y fortalecerá el proyecto de defensa y promoción de la población migrante y refugiada, celebramos esta Eucaristía»
La ceremonia fue presidida por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Saltillo, Fray Raúl Vera López, concelebrada por los padres Luis Eduardo Villarreal y Luis Eduardo Zavala, asesores de las casas del Migrante en Nuevo León.
El obispo emérito recalcó que la misa celebrada en honor al Padre Pedro fue para darle eterno descanso a su alma, mencionó que el homenaje celestial ya lo ha recibido por parte de dios, sin embargo, recordarlo en la tierra es importante para todos aquellos que lo conocieron.
“Le rendimos un homenaje a nuestro hermano Pedro, el primer homenaje ya lo recibió de Dios en el cielo y nosotros aquí desde la tierra con mucho gusto celebramos la eucaristía pidiéndole a Dios el eterno descanso de su alma” agregó.
En el Cuarto Domingo de Adviento, Vera López señaló que, ahorita se tiene muy presente a los migrantes por la reciente pérdida del padre Pedro, quien dedicó la mayoría de su vida a luchar por el bienestar de ellos.
Narró acciones que se gestionaron varias cosas en el caso de dos migrantes fallecidos en Saltillo, hasta que acudieron al consulado en la ciudad de Monterrey donde «les importó un comino» y no enviaron los cuerpos de los migrantes a sus países de origen.
Añadió que, a las empresas internacionales, no les importa la situación de los migrantes que trabajan en sus plantas percibiendo un sueldo miserable, mientras otros ganan sueldos magníficos y dejan a un lado a la clase obrera.
Lo que obliga a muchos jóvenes a emigrar o salirse del camino del bien.
«Cristo fue migrante, Cristo vino, él fue carpintero, Dios envió a su hijo con todo el poder del Dios creador, para darnos a nosotros poder, Dios mandó a su hijo nacido de mujer, nacido bajo la ley antigua”, donde imperaban los 10 mandamientos, señaló.