RÍO DE JANEIRO.- El saliente alcalde de Río de Janeiro fue arrestado el martes por acusaciones de corrupción, en un vergonzoso golpe para el presidente brasileño Jair Bolsonaro, quién ve cómo es detenido un aliado ideológico al que había respaldado en su fallido intento por ser reelecto.
Marcelo Crivella, quien fue arrestado en su casa en el oeste de Río apenas nueve días antes del final de su mandato, negó haber actuado mal y dijo que era blanco de una persecución política.
«Soy inocente y no sé qué está pasando», dijo Crivella a periodistas tras su arresto.
Crivella, un expastor evangélico, es sobrino del multimillonario predicador Edir Macedo, uno de los hombres más ricos de Brasil y entre los líderes religiosos con más conexiones políticas.
Bolsonaro respaldó el intento de reelección de Crivella, que perdió la populosa alcaldía tras obtener solo el 36% de los votos en una segunda vuelta en noviembre.
El arresto de Crivella plantea preguntas incómodas para el presidente, quien ha criticado la corrupción de administraciones anteriores y se ha comprometido a barrer con la política sucia que salpica a Brasil.