“Muchos tienen sus aguinaldos y ahorros en diciembre, nosotros no tenemos más que la venta de las piñatas”, así lo indica Don Pablo, quien lleva ya 15 años dedicado a la venta de estas artesanías que sirven para la diversión de chicos y grandes durante las posadas o fiestas decembrinas, indicando que este es el peor año que han enfrentado.
“Llevo dos días exhibiendo las piñatas, regularmente para estas horas ya habíamos vendido 100 piñatas, pero no, al parecer este año no va ser bueno para nosotros”, mencionó con tristeza, añadiendo que la gente no está gastando actualmente en este tipo de cosas, pues existe una norma de no realizar reuniones en casa ante la pandemia del Covid-19.
En un año bueno, Don Pablo se preparaba con 300 piñatas para vender, pero hoy en día solamente preparó 100 de estas, las cuales teme se las quedará a guardar, pues solamente ha logrado vender cinco de estas en 48 horas de venta.
“Si pediría el apoyo de la gente, nosotros no tenemos un trabajo fijo, hacemos lo que podemos, no tenemos un sueldo como la gente que trae buenos zapatos, una buena chamarrita, vivimos en las faldas de la sierra y el frio se siente feo, no tenemos como comprar una cobija buena para lograr pasar este invierno, y ahora con estas ventas bajas, imagínese”, declaró el comerciante.
Pablo todavía tiene esperanza de vender hoy el resto de las 100 piñatas que fabricó en compañía de su familia, indicando que lo menos que puede hacer, es el esfuerzo de colocarse a la entrada de Arteaga, sobre la carretera, para intentar vender lo más que puede de piñatas en este año.
“Espero que mañana (hoy 24 de diciembre) se vendan todas, qué más quisiera uno que todas, pero las mas que se puedan, ojalá la gente se anime a visitarnos, pues luego se nos quedan en la casa y no cabemos”, finalizó el señor.