Por Fabiola Sánchez
“Esta Navidad recibí el mejor regalo; la salud”, así expresó Marco Javier Vázquez Rivera un joven padre de familia de 26 años de edad, tras haber sido víctima del Covid-19 lo cual lo llevo a pasar 10 días en el hospital bajo un respirador artificial.
Marco es padre de familia de tres pequeños de 7, 5 y 2 años de edad y junto a su esposa Cristina Reyna Morales este pasado 25 de diciembre fue de doble celebración, pues dos días previo a la Navidad fue dado de alta tras haber logrado una mejoría en su salud.
“Nunca creí que el virus fuera real por lo que no tome las medidas preventivas necesarias para evitar ser contagiado”, dijo Marco Javier, quien se desempeña como chofer de taxi en el Municipio de Castaños.
Argumentó que todavía cuando empezó a tener los síntomas; tos, alta temperatura, náuseas y dolor de cabeza, el aseguraba solo se trataba de una gripe simple y no busco atención médica.
El joven dejó que el virus comenzará apoderarse de su salud llegando al grado de la falta de oxigenación lo cual lo hizo parar a una clínica particular donde inmediatamente fue diagnosticado como portador del Covid-19.
Mencionó que en clínica permaneció por tres días con un respirador artificial y en aislamiento total, lo cual lo hizo reflexionar sobre la desobediencia que tuvo en todo momento y la incredulidad de la existencia del virus.
Tres días después fue trasladado al IMSS donde continúo su tratamiento siendo hospitalizado en el piso de “la esperanza”, lugar donde gracias a la atención que recibió por los especialistas siete días después fue dado de alta.
Fue el pasado 23 de diciembre cuando Marco Javier abandonó el hospital tras haber lograda una mejoría en su salud, sin embargo hoy en día aún permanece conectado a un tanque de oxígeno en su casa.
Expresó que los festejos de Navidad en los años anteriores se acostumbraban en familia reunirse para la cena y convivir consumiendo bebidas embriagantes hasta amanecer al otro día.
Sin embargo esta Navidad para toda su familia fue una celebración diferente, pues Marco sentado en un sillón conectado al tanque de oxígeno mientras que sus hijos y su familia sentados en la mesa para la cena y posterior a ello la entrega de regalos a los pequeños
Este joven guerrero quien hoy continúa peleando esa batalla en contra del enemigo invisible y agradece a Dios la nueva oportunidad de vida que le ha dado así como también expresó el agradecimiento a los médicos del piso Covid del IMSS y su familia y amigos quienes se han mantenido al pendiente de su salud.
“Dentro del hospital, mi gran motivación y lo que me ayudo a no decaer ante la enfermedad, fue tener a mi lado a un adulto mayor de 80 años quien padecía de enfermedades degenerativas y logro su mejoría en unos días después de que yo entre”, así lo dijo Marco.
Por ultimo envió un mensaje a todas aquellas personas que aún dudan de este virus, ante lo cual mencionó que es muy importante cuidarse lo cual evitará llegar a un hospital donde no tienen comunicación alguna con tus seres queridos y donde se ve pasar la vida en tan solo unos segundos.