Dadas las escasas ventas logradas durante el mes, locatarios del Bazar Navideño de Ramos Arizpe decidieron retirarse antes del tiempo programado.
Como cada año, los comerciantes iniciaron actividades a partir del 1 de diciembre hasta el 3 de enero, sin embargo, la crisis registrada los llevó a levantar su mercancía a la espera de poder rescatar algo de su inversión durante las próximas semanas.
“A los que mejor les fue tuvieron un aumento del 20 por ciento en sus ventas, y fue en cosas como ropa, calzado, chamarras, cosas que la gente necesita más. Todos los demás muy bajos, hay cosas que vamos a poder guardar para ofrecer más adelante y otras que ya se pierden como algunas cosas de Navidad”, comentó Marina Reyna, vendedora de artículos decorativos.
De acuerdo con información del Ayuntamiento de Ramos Arizpe, este año fueron solo 40 locatarios los que solicitaron la instalación en el paseo comercial que ubicaron sobre el bulevar Plan de Guadalupe y la calle Francisco Coss.
Hasta el año pasado, cuando el Bazar Navideño estaba en la Alameda de Ramos Arizpe se contó con la participación de más de 80 oferentes, algunos procedentes de diversas entidades.
“Y este año si llegaron unas personas de la Ciudad de México, pero estuvieron dos días y vieron que no se vendió nada así es que mejor decidieron irse”.
De acuerdo con la vendedora, la mayor parte del mes fue escasa la actividad y ya cerca del 24 de diciembre hubo un repunte que les permitió generar un poco de ganancia.
“No tiene caso seguir pagando la renta y la luz si ya es la semana de Año Nuevo y nadie va a comprar”, agregó.