Múzquiz Coah. – Desde el pasado 6 de noviembre, el padre Rogelio Hidalgo Alba, cambio su sotana de sacerdote, por un traje especial de protección antivirus, al ser nombrado por la Diócesis de Piedras Negras, como “Capellán Covid-19”, para la Región Carbonífera, por lo que, de dar sermones en la Iglesia, ahora lleva un mensaje de paz espiritual, consuelo y sobre todo de esperanza, para los pacientes que enfrentan esta mortal enfermedad.
El padre Rogelio, gustoso aceptó el privilegio y la asignación que le confirió el Obispo Alonso Gerardo Garza Treviño, de ayudar a los pacientes Covid, que debido a los altamente contagioso de la enfermedad, se encuentran aislados, separados de su familia e incluso algunos han enfrentado la muerte en la soledad de su habitación.
El Capellán Covid, señala que en este tiempo de pandemia “el Señor no es ajeno a la enfermedad, el sufrimiento, el miedo y el aislamiento, ni tampoco a la pobreza de los que mueren solos, de los desahuciados, de los que pierden sus empleos y salarios, de los que no tienen hogar y comida”, por ello el interés de la Iglesia por que reciban alimento para sus almas.
Dijo que él es respetuoso de las instrucciones de las autoridades “que nos exigen mantener la distancia física y permanecer más o menos confinados, pero hemos de mantener las relaciones sociales y también la vivencia religiosa, porque los signos de fraternidad con los demás y la oración que nos une al Señor y Dios nuestro nos han de hacer superar la indiferencia y la desconfianza de los demás hacia esta fatal enfermedad”.
El padre Rogelio Hidalgo, recorre tanto los hospitales de la región como los domicilios que tienen pacientes Covid, para llevarles el consuelo espiritual a quien lo necesite, “especialmente a los enfermos de coronavirus que están condenados a pasar su enfermedad en soledad y lo que es peor sus últimos días en total aislamiento”.
Dijo que su principal actividad como capellán COVID-19, es también reconfortar al enfermo y su familia, ser una especie de enlace entre el enfermo y su familia.
Cambiando su sotana por un traje especial que le permite protegerse del contagio de coronavirus, el capellán recorre los centros hospitalarios de San Juan de Sabinas, Múzquiz, Sabinas, Progreso y Juárez, donde brinda acompañamiento a las familias de los contagiados.
También visita a aquellos que luchan contra la enfermedad desde sus domicilios, para facilitar los sacramentos a los pacientes con coronavirus a los que ungen con los santos oleos, les brinda oración y palabras de aliento en estos momentos tan difíciles que les tocó vivir.
Ataviado con un traje blanco que va desde la cabeza a los pies, cubiertas sus manos con guantes y lentes para proteger los ojos, cumple con la difícil recomendación de no tocar a los pacientes y ellos lo entienden satisfechos de por lo menos tener la oportunidad de reconciliarse con Dios, en sus últimos momentos en el caso de los internos desahuciados.
El padre Rogelio Hidalgo asegura que: “Mirar a los que sufren y a los enfermos que piden paz, es como escuchar ese llamado de Dios, que Cristo| es quien lo impulsa a la acción, con la fe de un feliz mañana que vamos a lograr al lado de Dios, pidiendo que Dios nuestro Padre les de alivio a los enfermos, sin dejar de orar por los doctores y personal de mantenimiento que en esta crisis les toco estar en primera fila”.
Añadió que en lo personal está muy agradecido con Dios y con el Obispo de tener la oportunidad y el privilegio de ir a estos lugares, donde les ha tomado mucho cariño a los enfermos y médicos, acción que lo hace sentir muy a gusto con llevar consuelo a los demás especialmente, “hacer oración por aquellos hermanos que están delicados en su salud luchando cintra el coronavirus”, dijo el padre Rogelio Hidalgo Alba Capellán COVID-19 para la Múzquiz y la Región.