
Por Esequiel Aguilera
Además de recibir atención médica oportuna, pacientes con COVID-19 deben recibir atención sicológica para tranquilizar su estado de ánimo, sobre todo evitar que atenten contra su vida, ante la desesperación por estar contagiados del virus que vino a transformar la conducta social.
Para el psicólogo Yadín J. Maltos Collazo, ante la llegada del coronavirus a nuestras vidas, la población mundial ha experimentado diferentes trastornos y efectos psicológicos los principales trastorno de estrés agudo, trastorno de ansiedad, trastorno de estado de ánimo y trastorno de estrés postraumático.
Estos aparecieron o se reforzó debido al confinamiento, el distanciamiento social, el mal manejo de información y la incertidumbre que genera la ausencia de la esperada cura, los contagiados sufren de ansiedad que muchas veces los coloca en el pensamiento de que su muerte es inevitable.
“Esto ha acarreado perturbaciones a la salud mental, considerando que a la población que ya venía sufriendo algún tipo de conflicto mental o emocional, se le ha acentuado más debido a esta cuarentena, hay dos grupos de impacto los que se han infectado, los familiares y amigos cercanos de los infectados.
Por ello destacó que en medio de esta pandemia, aparte de tomar las medidas de higiene necesarias para disminuir el riesgo de verse contagiados por el COVID-19, un papel fundamental del individuo será saber manejar su proceso hacia la Resiliencia Psicológica, encontrar el camino adecuado que nos conduzca a la salud y el bienestar mental.
Algunas sugerencias que se pueden practicar para contrarrestar o evitar estos trastornos son: encontrar un objetivo concreto por el cual luchar ante esta adversidad en el aquí y en el ahora, practicar o refinar mejor algunas habilidades como la tolerancia, el autocontrol y la flexibilidad, realizar cambios hacia nuevas actividades que den satisfacción en el presente.
Evitar evadir el estrés en base al uso de redes sociales, series, videojuegos y otros “distractores”, alimentar el autoconocimiento a través de asistir a terapia, practicar la auto meditación y otras alternativas como el yoga, un mayor contacto con la naturaleza, el hábito de la lectura, la escritura entre otras ramas del arte.
“Podemos ganar grandes beneficios en nuestra salud y que impactan en nuestra longevidad, COVID-19 también es una oportunidad para integrar nuevas acciones que harán que nos desarrollemos como mejores seres humanos y seguir progresando ante la adversidad” subrayó el especialista en conducta.