
Por Rocío de Jesús
Sandra de Luna González, directora del Centro de Orientación y Protección a Víctimas de Violencia Intrafamiliar, lamenta que en el ataque sexual perpetrado por policías a una joven, haya participado una mujer, sin embargo destacó que la criminalidad no tiene género.
La funcionaria, quien por décadas se ha dedicado a la defensa de las mujeres, lamentó la violación impropia que sufrió Mónica “N”, a manos de 3 elementos de Seguridad Pública municipal de Monclova.
Sin embargo, destacó que la criminalidad no tiene género y que los hechos deben investigarse y castigarse con base a la ley, sin importar si los responsables son hombres o mujeres.
No obstante, reconoció que cuando una mujer está involucrada en un hecho delictivo, atrae más los reflectores que un hombre y desde ahí la sociedad pierde de vista a los varones que participaron y se concentran en la mujer.
“No hay justificación, pero los delitos son cometidos 92 por ciento por hombres y 8 por ciento por mujeres y desde el punto de vista social, cuando una mujer participa lo resaltamos con mayúsculas, lamento mucho que esta ocasión exista o se presuma la participación de una mujer”.
Añadió que habrá que analizar el rol que la joven policía, Litzi de 21 años, estaba siguiendo en ese momento, es decir, si fue amenazada, si hubo coacción por parte de sus compañeros, si tiene una figura masculinizada o si estaba siguiendo el patrón abuso de autoridad.
De Luna reiteró que es lamentable que una mujer esté involucrada en estos hechos, ya que la violación en cualquiera de sus variantes, es un delito de abuso, de realización oculta que generan grave daños a la víctima, por ejemplo shock y estrés postraumático, mismo que en ocasiones tarda años en sanar, entre otras secuelas principalmente sicológicas.