Tras revelarse que la Oficina del Presidente López Obrador usa el esquema de outsourcing para contratar al personal que limpia el Palacio Nacional, el mes pasado ya no se renovó el contrato con la empresa Decoaro y Supervisión SA de CV.
Sin embargo, varias áreas se han quedado sin atención y los empleados de otra empresa, contratada por el mismo esquema por la Secretaría de Hacienda, tienen que limpiar áreas extra, como el salón donde se lleva a cabo cada día la conferencia «mañanera» del Presidente.
Una trabajadora de base acudió ayer a la Sala de Prensa a informar que sólo quedan dos compañeros y ella, por lo que solo pasarían a recoger la basura, sin limpiar los escritorios. La basura se había acumulado desde la semana pasada.
«No hay nadie, somos tres personas nada más las que quedamos y es para, por ejemplo, zonas de altos mandos, se puede decir, que es el cuarto piso, el edificio 10 y todo el jardín donde están las nochebuenas», señaló. Ella vestía un overol azul de mezclilla.
El 10 de diciembre, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que, aunque López Obrador ha emprendido una cruzada contra el outsourcing, su Gobierno ha pagado 185 millones de pesos para la subcontratación de trabajadores de limpieza por la empresa Decoaro y Supervisión SA de CV.
Entre los contratos firmados, uno era para pagar 123 pesos diarios a los trabajadores de limpia del Palacio Nacional, éste terminó el 31 de diciembre. El Presidente prometió revisarlo.
Ayer por la mañana en Palacio no se vio a más trabajadores de overol de mezclilla azul, sino solo a los de color beige y guinda, subcontratados por la empresa Rapax para la limpieza de los edificios de la Secretaría de Hacienda.
«Con razón ya no habíamos visto a los compañeros», indicó una mujer en el estacionamiento de Hacienda. Ella se quejó de que Rapax sólo les paga el mínimo y les da 25 minutos para comer.
«Nada más está uno atragantándose y ni se llena por la presión», aseveró.
Un joven subcontratado por Rapax dijo que desde hace unos días los han puesto a ellos a limpiar algunas áreas del Palacio, entre ellos el Salón Guillermo Prieto, donde López Obrador realiza cada mañana su conferencia de prensa.
«Allí no nos toca, pero nosotros estamos entrando porque no hay muchos de los de la otra empresa, porque de hecho eso le tocaba a la otra empresa, pero nos las asignaron a nosotros», indicó.
Los empleados por Rapax se quejaron de que cada cierto tiempo los vuelven a contratar para que no generen antigüedad.
«¡Y por qué nada más allá en Presidencia sí, y aquí no!» se quejó una mujer sobre la posibilidad de que Presidencia basifique a quienes limpian el Palacio.