
El Índice Nacional de Precios al Consumidor de diciembre de 2020 registró un avance de 3.15 por ciento respecto al último mes de 2019 y con esto se mantuvo dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que busca una inflación anual de entre dos y cuatro por ciento.
No obstante, el índice de precios subyacente, o inflación dura, se colocó más cerca del límite superior establecido por Banxico al alcanzar una tasa anual de 3.8 por ciento.
En este agrupamiento se encuentran los alimentos procesados, bebidas y tabaco, cuyos precios registraron un avance anual de 6.8 por ciento y aportaron 1.37 puntos porcentuales a la tasa de inflación general de 2020.
La inflación anual generada por los productos perecederos, así como por los bienes y servicios cuyos precios no fija el mercado, la no subyacente, fue de sólo 1.18 por ciento.
La inflación general del mes de diciembre fue la más baja de los últimos ocho años al ubicarse en 0.38 por ciento, sin embargo, la inflación acumulada en el año fue superior a la de 2019, año en que el índice general de precios creció 2.83 por ciento.
En los meses de agosto, septiembre y octubre de 2020 la inflación anual se mantuvo ligeramente arriba del cuatro por ciento; sin embargo, la larga campaña de ventas con descuento de El Buen Fin posibilitó el regreso del índice de precios, con una inusual deflación quincenal de 0.1% en la segunda quincena de noviembre.
En diciembre, los alimentos perecederos incidieron en el bajo nivel de la tasa de inflación: cebolla, jitomate y papaya fueron los productos que más le restaron puntos a la tasa mensual, con bajas de precios de 25.35, 13.10 y 15.83, respectivamente.
En el extremo opuesto, las mercancías que más incidieron al alza de la inflación mensual fueron la gasolina de bajo octanaje, el pollo y el gas doméstico.