
Por Esequiel Aguilera
Hace 20 años, Benito Ortiz Gámez se vio en la necesidad de dedicarse a vender tacos de la olla, todos esos años, le permitieron educar a sus cuatro hijos que son profesionistas y cubrir todas las necesidades de su familia: “No pienso retirarme pronto, me gusta la actividad de ser comerciante”, dice el vendedor.
Vecino de la colonia Chinameca, recuerda que, de todos los miembros de su familia, es el único que se dedica a vender tacos, para ello se instaló en la calle Hidalgo en donde de lunes a sábado atiende a sus clientes, hay ocasiones que llega a vender hasta 40 docenas de tacos de carne y papa.
Dice que el único recuerdo amargo fue el año pasado, por cuatro meses le impidieron vender, autoridades lo retiraron por la pandemia y en ese tiempo tuvo que permanecer en su casa, sin ventas, y sin ingresos, una situación que lo colocó en serios problemas.
El comerciante informal señala que otro problema es la caída en ventas, actualmente solo vende entre 15 y 20 docenas, la gente no tiene dinero a pesar de ser un alimento tradicional entre los monclovenses, la pandemia arroja resultados negativos, mucha gente perdió su empleo, y no tienen para darse ese gusto.
“En mis 20 años como comerciante de tacos callejeros o de la olla, como se conoce, he tenido muchas satisfacciones sobre todo dar el estudio a mis hijos, todos son profesionistas, de esta olla he sacado adelante a mi familia, es satisfactorio ver realizados a mis hijos”, enfatizó el vendedor.
Señala que el número de vendedores de tacos de la olla crece, todos los días aparecen nuevos comerciantes, pero respetan el lugar que tienen asignados, además el sol sale para todos y la gente es quien decide donde comprar, ya conoce los lugares donde disfrutar ese antojo, estableció.