Por Enrique Aranda
Democracia desfalleciente
La imposibilidad de asumir la realidad cual es y alentar acciones orientadas a aportar a la construcción del bien común, explican toda suerte de excesos y despropósitos
¡16,105 infectados!.. arrasa pandemia al gobierno.
A la distancia, atemperadas ya las primeras reacciones al irracional e injustificado asalto de que fue objeto el Capitolio el pasado Día de Reyes, a más de uno parece evidente que el deplorable espectáculo ofrecido por las hordas trumpianas en Washington D.C., constituye, de manera más que irrefutable, una evidencia del devastador efecto de políticas auspiciadas desde el más alto nivel de los gobiernos con el (implícito) propósito de alentar la polarización-confrontación de la sociedad y, más allá, un augurio más del agotamiento y la eventual desaparición del actual sistema democrático.
La recurrencia a prácticas de corte populista y autoritario soportadas por una visión ideológica ultraliberal y/o socialista excluyente, identifica igual al ineficaz gobierno brasileño de Jair Bolsonaro, al eficientismo ruso que desde hace prácticamente dos décadas lidera Vladimir Putin, el encabezado por el (desquiciado) amigo Donald Trump y, perdón, el que desde hace dos años a la fecha parece estarse gestando en México, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza.
Es en ese marco, precisamente, que el augurio de violencia social como vía para imponer un régimen o a un gobernante en concreto, o para ignorar las tradicionales prácticas y/o instrumental sustento de la democracia moderna, los partidos políticos incluidos, claro, cobra forma e incluso se justifica.
La imposibilidad de asumir la realidad cual es y alentar acciones orientadas a aportar a la construcción del bien común, entendido éste como el entorno mínimo de condiciones para el desarrollo del ciudadano y de la sociedad en su conjunto, explican toda suerte de excesos y despropósitos.
¿Y qué hacer ante ello? La respuesta no parece sencilla cuando de una sociedad carente de educación-formación cívica elemental o sometida a un proceso de desactivación de su potencial capacidad de involucrarse en la construcción de su propia realidad se trata.
Parecería necesario, entonces, avanzar por el camino de la reflexión, la promoción de nuevas propuestas de solución a problemas añejos específicos y, de manera urgente, el diseño e impulso de nuevas alternativas de participación social en la cosa pública, dejando atrás modelos sustentados en protagonismos cansados, la preservación de intereses y/o en el mantenimiento de políticas excluyentes.
ASTERISCOS
* Aunque se espera un crecimiento económico por encima de 3.5 por ciento, éste no servirá de nada si no es acompañado por el fortalecimiento de condiciones estructurales y no sólo de un “efecto rebote”, característico de una crisis como la que resultó en una contracción de casi 10 por ciento en 2020, concluyeron destacados ponentes —Banco de México, Hacienda y Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre otros— en el Seminario de Perspectivas Económicas de los exITAM.
* De tal magnitud es el despropósito en ciernes —abuso autoritario en realidad, se diría— que hasta al interior de las fracciones legislativas de Morena comienzan a surgir grupos opositores a la anunciada pretensión del gobierno federal de desaparecer un grupo más de órganos constitucionales autónomos: el Inai, Ifetel y Cofece de manera relevante, con el exclusivo propósito de aumentar su poder y favorecer la opacidad de su actuar…
Veámonos mañana, con otro asunto De naturaleza política.