El Barcelona compuso un camino que pudo llevarlo a un fracaso monumental como el vivido ayer por el Real Madrid en la Copa del Rey.
Por fortuna, todo quedó en susto para los culés, que a pesar de fallar dos penales vencieron 2-0 al Cornellá, equipo de Segunda B, en el tiempo extra para acceder a los Octavos de Final de la competencia.
En el papel, el juego, ante un rival de tercera categoría, lucía sin problemas, incluso con la ausencia de Lionel Messi, suspendido luego de su expulsión en la Supercopa de España el domingo pasado.
Pero el desarrollo del duelo empezó a poner nervioso al ambiente blaugrana ante la falta de ocasiones de peligro y el primer penal que falló Miralem Pjanic al minuto 39. El jugador bosnio anunció mucho su disparo y el arquero Ramón Juan lo pudo detener.
Las dudas para el Barsa fueron más en el aspecto ofensivo, dado que a la defensiva la presión fue casi nula, esto por la falta de capacidad de los delanteros del Cornellá.
Y así se fue el primer tiempo y para el complemento el segundo bochorno del día llegó, ahora en los pies de Ousmane Dembélé, que se apuntó a cobrar el nuevo penal a favor al minuto 80. El jugador francés disparó al centro del arco y el portero rival solo tuvo que despejar la pelota con el pie.
Sin más, el partido se tuvo que ir a tiempo extra, instancia en la cual el Real Madrid se despidió de la Copa del Rey este miércoles y el Barsa podría vivir el mismo destino en cualquier momento.
Pero antes de que el ambiente se hiciera más espeso Dembélé se quitó la espina de la pena máxima fallada con un disparo potente fuera del área que no pudo detener el meta rival, hasta entonces el mejor jugador del partido.
Ya con el partido en el cierre Martin Braithwaite consiguió el 2-0 para dar forma a la victoria y maquillar el sufrimiento vivido.
