En un lugar donde ya aterrizaban aviones militares, el Presidente Andrés Manuel López Obrador «estrenó» ayer una de las pistas que formará parte del nuevo aeropuerto de Santa Lucía.
Tardó más en su traslado de Palacio Nacional al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que en el vuelo desde ese lugar a Santa Lucía.
Un vuelo de apenas 11 minutos, en un Boeing 737 militar, con una treintena de acompañantes, entre miembros del Gabinete e invitados especiales, para presumir su magna obra y en el que sí portó cubrebocas.
«Esto es una hazaña de la construcción y de la ingeniería que ha estado a cargo de la Sedena», celebró el Mandatario antes de abordar el vuelo en referencia a los avances en la construcción de Santa Lucía.
El avión militar aterrizó en la pista 04-R del aeropuerto Felipe Ángeles, en medio de una polvareda; luego pasó por un arco de chorros de agua disparados por militares como signo de celebración del arribo del Mandatario.
La escenografía también sirvió para que aviones de líneas comerciales, como Viva Aerobus, Volaris y Aeromar, aterrizaran en el lugar, aunque lo hicieron sin pasajeros, sólo con tripulación.