Luego que sus sueños en las artes se interrumpieran por la pandemia, Brian Orozco no se rindió y continuó buscando una manera de mantenerse y encontró la solución en los tamales.
«Cuando inició la pandemia se cancelaron las obras de teatro, se cancelaron los conciertos y nosotros nos quedamos sin ingresos. Seguimos intentándolo con presentaciones online, pero era muy difícil, casi no ganamos nada», comentó el joven de 25 años.
Antes del Covid-19, Brian comenzaba su sueño de actuación en teatro y logró presentaciones en algunos recintos de la Ciudad; sin embargo, su mayor ingreso lo obtenía de la representación y producción musical, pero ambos proyectos se cayeron con la contingencia.
«Tardamos mucho en lograr un negocio que nos pudiera solventar económicamente, intentamos poner un local de café con mi hermano, en Jalisco, pero no salimos adelante», comentó.
La pareja de Brian es muy cercana a Veracruz y conocía una receta muy buena de tamales. Fue con ello que se les ocurrió la idea de comenzar a vender con un puesto improvisado en la Unidad Habitacional Candelaria de los Patos, donde salen todas las noches con una mesa y una vaporera.
«Fue muy duro para nosotros ver cómo después de luchar tanto por tus sueños, por la música, por el teatro, por el arte, pues todo se cae por el coronavirus. Y fue muy difícil volver a empezar desde cero en otras cosas», lamentó.
Compañías de teatro y musicales en la Ciudad de México y en el mundo se han visto afectados en sus presentaciones presenciales; sin embargo, las transmisiones en vivo y plataformas como Teatrix han rescatado un poco el negocio y les han permitido continuar con su profesión.
«Los niños son nuestros mejores clientes y ellos son los que más nos ayudaron en un inicio, vienen y nos compran y les piden a sus papás que nos compren. Así nos fueron conociendo y ahora vendemos una vaporera completa al día», contó el joven.
Cómo Brian, cientos de artistas se vieron afectados por la pandemia. En agosto del 2020 se permitió la reapertura de los teatros en la Capital; pero debido a las medidas sanitarias algunos nunca reabrieron y actualmente continúan cerrados por la alerta máxima por Covid-19 en el Valle de México.
«Llevamos poco con el puesto, sólo dos meses, pero tenemos grandes planes para los tamales. Pensamos hacerlos una empresa y poner sucursales. De ahí saldrá la inversión para continuar con las artes, porque este no es un final, sólo es una pausa», indicó Brian.