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El empresario Ricardo Antonio Vega Serrador, implicado por las autoridades federales con operaciones de la mafia rumana, aseguró que no tiene nada que ver con ese grupo criminal encabezado por Florian Tudor.
«No lo conozco (a Tudor) ni a ningún rumano, ni sé quién es ni lo he visto jamás», dijo en entrevista.
En el marco de una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en contra de Tudor, presunto líder de la banda rumana que opera en Quintana Roo, ese organismo que encabeza Santiago Nieto ordenó congelar las cuentas de Vega Serrador.
El llamado «Zar de la gasolina» y propietario de una de las colecciones de Ferraris más importantes del mundo, admitió que hizo una transacción con Evodio Garibay, al venderle una sociedad inmobiliaria conocida como «Crisantemos» y además de las acciones incluía un inmueble, tal como informó REFORMA.
La casa fue posteriormente vendida por Garibay a gente de Tudor. Esa operación fue la que dio pie a que la UIF indague a Vega Serrador,.
«Inmobiliaria Crisantemos, la empresa que vende la casa también le congeló la cuenta, por eso me doy cuenta del motivo por qué fue, por Crisantemos, ya sé cual es el motivo (de la investigación)», dijo.
«Todas las personas, lo que yo tengo informado, que estuvieron relacionadas en algún momento, directa o indirectamente con los rumanos tienen congeladas las cuentas por parte de la UIF, congela las cuentas también del notario que firmó la escritura de los rumanos y congelan las cuentas de la persona que ve dio la casa».
No obstante, insistió en que no conoce a Tudor ni a ningún rumano.
En 2010, el empresario decidió vender las acciones de la Inmobiliaria a Evodio Garibay Osorio, quien fue director del Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública del Estado de Quintana Roo (IPAE) durante el sexenio de Félix González Canto.
La Inmobiliaria fue operada por Garibay y su hijo Iván Eliud Garibay Pulido. En 2015, vendieron a un socio de Florian Tudor un predio de 320 metros cuadrados en Cancún por apenas 3 millones de pesos, cuando su costo es más elevado.
De acuerdo con la escritura 3713 y ante el notario Nain Díaz (investigado y quien tiene congeladas sus cuentas), el predio fue comprado por la Inmobiliaria Investcum que representó Adrián Ninel Enachescu, cuñado de Florian Tudor y socio además de la empresas Brazil Money y Top Life, que operan casas de cambio y cajeros.
En ese sentido, Vega Serrador también se desmarcó de las operaciones que pudo realizar Garibay y la empresa «Crisantemos».
Sostuvo que la transacción que hizo con este último fue legal y pagó los debidos impuestos.
«Yo formo una sociedad que se llama Crisantemos en el año de 2003 y luego compré una casa en el año de 2006, le agrego esa casa a esta sociedad y en 2010 vendo las acciones a una persona que se llama Francisco Garibay, por tal motivo yo no sé este señor qué hizo con la casa, pero yo tengo entendido que él la vendió a unos rumanos, cosa que soy ajeno a eso».